Según los números que manejan los fabricantes de Cañada de Gómez, los muebles importados coparon el 70 por ciento del mercado argentino. De esa parte, un informe preliminar del comercio con Brasil realizado por una consultora adjudica a los muebles de cocina fabricados en ese país un 96,4 por ciento, un 98 a los muebles de dormitorio y un 73,8 a mobiliarios de oficina. El incremento progresivo de los productos terminados de Brasil comenzó en 1996. Sin embargo, el aumento se incentivó en los últimos tres años como consecuencia de la constante devaluación de la moneda del país vecino socio del Mercosur. En lo que hace al rubro asientos con armazón de madera, las importaciones también registraron un incremento progresivo. En 2000 se importaron 5.900 toneladas equivalentes a 14.688 millones de pesos y en el primer semestre de este año 5.994 millones. Uno de los aspectos más curiosos y a la vez perjudiciales para la economía nacional -con sus consecuencias para Cañada de Gómez, cuyos ingresos están sustentados, en un alto porcentaje, en la fabricación de muebles de madera- es que los volúmenes originarios de Brasil crecieron el doble, incrementando su participación de 26,1 por ciento en 1998 a 77 en el primer semestre de 2000.
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