Elena Llorente
Nueva York. - A un mes de comenzados los bombardeos en Afganistán, una parte de la opinión pública estadounidense se pregunta sobre los resultados, pero la mayoría cree que su gobierno está haciendo lo correcto y se dedica a vivir lo más normalmente que le permiten un estado de alerta permanente y la crisis económica. Si bien el primer día de los bombardeos, que era un domingo, la gente evitó salir a la calle y se pegó a la televisión, mientras muchos trenes y subterráneos se vieron llamativamente vacíos el lunes, muchos se sienten ahora sobrepasados por las reiteradas advertencias del gobierno sobre posibles atentados terroristas como represalia por aquellos ataques. Las malas noticias locales, como los casos de ántrax cuyo origen sigue siendo un misterio, y la crisis económica, en particular la desocupación que ha llegado a niveles sin precedentes en los últimos años (se habla de al menos 100.000 puestos de trabajo desaparecidos en Nueva York), tienen a la gente en ascuas como para seguir atentos a lo que pasa del otro lado del océano. Según una encuesta realizada para CNN-Usa Today por Gallup el pasado fin de semana, el 86% de los estadounidenses apoya el accionar del presidente George Bush. Sin embargo, otra encuesta del New York Times de la semana pasada había detectado los primeros signos de descontento. La mitad de los 1.024 entrevistados dijeron que el gobierno no revelaba todo lo que sabía sobre el surgimiento del ántrax y sólo el 18% dijo creer que el gobierno podría protegerlo del terrorismo. En programas populares de televisión, en las universidades, en los sectores más motivados de la opinión pública han empezado a aparecer algunos, especialmente jóvenes, preocupados por lo que está pasando en Afganistán y sobre la efectividad de los bombardeos mientras, subrayan, las víctimas civiles aumentan. Pero en la calle, en las cartas de lectores de los diarios, en las oficinas, la gente no cuestiona y habla poco sobre Afganistán, parece más bien preocupada por esta otra "guerra" que se está llevando a cabo dentro de las fronteras del país. Según CNN, el 71% de los estadounidenses prefiere que el gobierno les informe sobre la eventualidad de nuevos atentados, pero un 49% a su vez dice que esas advertencias los asusta. Mucha gente está atemorizada, se percibe claramente en las caras y en las reacciones instintivas. Antes extremadamente discretos y de miradas evasivas, hasta los neoyorquinos de origen anglosajón se han vuelto curiosos y mirones cuando algo no les cuadra. "Esté preparado para una evacuación de emergencia", dice un altoparlante en la sala cinematográfica antes de empezar la película. Evacuaciones similares están practicando las escuelas, los edificios públicos, las universidades, las Naciones Unidas. Algunas escuelas, incluso, tienen un preciso plan de escape para sus alumnos.(DPA)
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