Año CXXXIV
 Nº 49.290
Rosario,
domingo  04 de
noviembre de 2001
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"Es una recompensa importante", dijo el director

"Esta es una recompensa importante", comentó el cineasta argentino Juan José Campanella acerca de la Espiga de Plata y el premio del público que recibió su película "El hijo de la novia" en la 46a. Semana Internacional de Cine de Valladolid. "Para el cine argentino -evaluó- es fundamental abrirse a otros mercados y el de España es primordial".
Campanella recibió la noticia del premio (exactamente iguales a los recibidos en Montreal) en el hotel Olid Melia. "Yo amo a Valladolid, donde tres de las cuatro veces que vine me premiaron (la cuarta no traía un filme)" dijo. El realizador dijo que está contento porque acaba de recibir una invitación para el festival Latino de Nueva York. "Al fin van a poder ver en esa ciudad, en la que vivo y trabajo, una película mía".
Hasta ahora "El hijo de la novia" ha ganado premios en cuanto festival ha concurrido (además de los dos de Montreal y Valladolid ha recibido el premio a la mejor actuación secundaria para Norma Aleandro en Viña del Mar) y antes de fin de año irá a Nueva York, a La Habana y a Puerto Rico. En tanto, el estreno en España, que es coproductora minoritaria, se anuncia para el 23 de noviembre.
Para Campanella su modelo de cine es el de la "comedia a la italiana" y por eso se defiende de la etiqueta de hacer cine comercial. "Sólo cuando esto no es utilizado en sentido peyorativo como suele ocurrir", excluyó.
El y su coguionista Fernando Castets aman sobre todo "Nos habíamos amado tanto" (C'eravamo tanto amati) de Ettore Scola pero también "Amici Miei" de Mario Monicelli y "In nome del Papa Re" de Luigi Magni. "El personaje de Héctor Alterio se llama Nino porque pensamos en Nino Manfredi", reveló.
Al revés de los italianos que improvisan hasta en el doblaje, los guiones de la dupla Campanella-Castets se cambian con las versiones (quince sólo en "El hijo de la novia") y en los ensayos con los actores.
"Los dos estudiamos cine juntos y una de las profesoras era Aída Bortnik que nos enseñó lo que es la escritura cinematográfica y a la que seguimos llevándole los guiones para que nos indique lo que sobra o lo que está débil" dijo. Castets contó que una charla con ella se convierte siempre "en una lección magistral".

Las enseñanzas de Aída Bortnik
"Los grandes guionistas argentinos, tipo la misma Aída Bortnik, escriben en general libretos dramáticos mientras se tiende a restar importancia a los guiones de comedia que se escriben en un mes pensando en un actor cómico determinado, tipo los filmes de Steno con Totó. Pero nosotros no tenemos un Totó", reconoció Campanella.
También adelantó que está imaginando su próximo filme, centrado sobre un partido de fútbol en un barrio de Buenos Aires. "Trataremos de describir a la clase media baja pauperizada por el menemismo" explicó, pero advirtió que todavía no se sentó a escribir "ni una página". (Ansa)


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