"A la nena no", gritó varias veces Mariana Zabala mientras era asesinada con su hija en brazos. Una vecina que escuchó sus ruegos rescató a la beba, ilesa, cuando Mariana aún vivía. "Alcanzó a señalarme la beba. La alcé, se la mostré y murió en paz cuando vio que la nena estaba bien", contó la mujer.
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