Año CXXXIV
 Nº 49.289
Rosario,
sábado  03 de
noviembre de 2001
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"Harry Potter" finalmente se estrena mañana en Londres
El cine espera salvar un año complicado con la Pottermanía
En el desorientado mundo de Hollywood, la primera película de la saga del niño mago se perfila como el gran negocio

"No veo la hora de que salga la película. Pero tengo un poco de miedo de que destruya las imágenes que tengo en la cabeza". El comentario es de Owain, de once años, oriundo de Swansea, que hace así su aporte al fuerte debate que se desarrolla en la página web de la BBC respecto de si la película sobre Harry Potter es buena o mala.
Ya mucho antes del estreno mundial, previsto para hoy en Londres, los expertos discutían. "Nadie salvo Snape y Hagrid tiene el aspecto que me imaginaba", se queja Anna, de doce años, de Cambridge. Pero Josh, de once y procedente de Chesterfield, asegura: "La película será aún mejor que los libros".
La Pottermanía se desató en el mundo. Una gran coalición de empresas mediáticas -encabezadas por AOL Time Warner- que quiere sacar provecho de los niños (y padres) adictos a Potter fue difundiendo semana tras semana algunas imágenes del filme, algunas declaraciones, creando poco a poco la tensión necesaria para convertir el estreno de "Harry Potter y la piedra filosofal" en el evento cinematográfico del año.
Probablemente se trate además de una de las mayores estrategias de marketing de la década. "No es posible no haber oído nada al respecto" cita el New Yorker a Richard Parson, uno de los directivos de AOL Time Warner. "Este podría ser un negocio de franquicias aún mayor que el de «La guerra de las galaxias»", añade. Cuando Parson habla de Potter y de franquicias se refiere a la infinidad de productos con nombres, imágenes y símbolos extraídos de los libros de Harry Potter: juegos, fotos, música, figuras, ropa, casi todo lo que uno se pueda imaginar.
Pero Harry Potter, el joven aprendiz de mago que estudia en la escuela de magia Hogwarts y combate al maligno Voldemort, ocupó la fantasía de tantas personas que nadie lo quiere ver como un simple autoadhesivo sobre plástico barato.
Desde que Joanne K. Rowling, de 36 años, publicara en 1997 el primer tomo, al que siguieron luego otros tres (y en total prometen ser siete), se vendieron más de 110 millones de libros. Y Rowling, hasta entonces una madre soltera sin recursos, reunió un patrimonio estimado en 100 millones de dólares.
Los encantados y soñadores no están muy de acuerdo con la comercialización del niño aprendiz de mago, sus amigos Hermione Granger y Ron Wesley, el robusto celador Rubeus Hagrid, el director de la escuela Albus Dumbledore, el desagradable Draco Malfoy o el misterioso profesor Severus Snape.
Así, en Estados Unidos, por ejemplo, se inició la campaña Save Harry (Salven a Harry), que protesta contra Coca-Cola. El fabricante de gaseosas pagó al parecer 150 millones de dólares por los derechos a promocionarse con las imágenes de la película de Harry Potter.
Joanne K. Rowling lo permitió con la condición de que la empresa donara 18 millones de dólares a una campaña para promocionar la lectura entre los niños. Y mientras los defensores de Harry exponen los perjuicios a la salud que ocasiona el consumo de la bebida, el consorcio comunicó que los más de 850 millones de envases con las imágenes de Potter no son para aumentar la venta de Coca-Cola sino para "fomentar la lectura".
Sólo en Gran Bretaña, hay reservadas ya 500.000 entradas para ver la película de Harry Potter. Los dueños de los cines aseguran sin embargo que nadie se quedará afuera.



Daniel Radclife es el protagonista de la película.
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