Washington.- El presidente estadounidense George W. Bush, al afirmar que la guerra en Afganistán está desmadejando a la red terrorista de Osama Bin Laden, fustigó a sus críticos que exigen más acción. "Esta no es una guerra de gratificación instantánea", señaló el mandatario. En una sesión de preguntas y respuestas efectuada en el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca, Bush señaló que la campaña militar estadounidense no se detendrá durante el mes sagrado musulmán del Ramadán, que dará comienzo a mediados de noviembre. Al señalar que Estados Unidos está "a la caza" de los terroristas, Bush indicó que "el enemigo no descansará durante el Ramadán y nosotros tampoco. Vamos a continuar esta guerra hasta que logremos nuestros objetivos". Las defensas aéreas del Talibán "han quedado completamente demolidas" en las cuatro primeras semanas del asalto aéreo, dijo el presidente. "Estamos cerrando el cerco de manera lenta, pero inexorable, para alcanzar nuestros objetivos". Agregó que el pueblo norteamericano comprende que la lucha será larga, pero acotó que "esta no es una guerra de satisfacciones instantáneas", declaró. Por su parte, el secretario de Defensa Donald Rumsfeld explicó que el mal tiempo y el intenso fuego antiaéreo en una zona de aterrizaje había impedido en días recientes la entrada de algunas brigadas norteamericanos a Afganistán. "Tenemos un número de brigadas preparadas y listas para salir", dijo en rueda de prensa ofrecida en el Pentágono el jueves, día número 26 de los bombardeos. "Sólo falta tener el equipo adecuado para llevarlas a las zonas de aterrizaje donde puedan entrar y salir". Rumsfeld emprendió ayer una gira que incluye Rusia, Tayikistán, Uzbekistán, India y Pakistán. Rumsfeld no indicó el número específico de fuerzas especiales que el Pentágono desea emplazar en Afganistán. Pero dijo que confiaba en duplicar o triplicar el actual número de soldados especiales norteamericanos en Afganistán, que oscila entre 100 y 200. (AP)
| |