Año CXXXIV
 Nº 49.288
Rosario,
viernes  02 de
noviembre de 2001
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Precedente: posible indemnización para el primer concejal expulsado

La Corte Suprema de Santa Fe podría fallar en algunos meses a favor del concejal peronista Evaristo Monti y hasta disponer que la Municipalidad lo indemnice, si es que finalmente el Tribunal entiende que los ediles que lo expulsaron del cuerpo en 1994 se equivocaron.
Monti fue echado a mediados de ese año por el voto de las dos terceras partes del Concejo, que lo acusó de "inconducta" por estar relacionado familiarmente con las dueñas de una agencia de publicidad que podía contar como clientes a la Municipalidad o alguna empresa contratista de ésta.
En aquel entonces Monti iba por el quinto mes en el cargo y le restaban tres años y medio. Si se tiene en cuenta que la dieta rondaba los 3.100 pesos y fue privado de su banca cerca de 40 meses, la indemnización podría partir de un piso de los 130 mil pesos.
Según voceros de la defensa de Monti, algunas contestaciones de la Corte al municipio alientan la esperanza de una resolución favorable: fundamentalmente la primera, cuando entendió como "admisible" el planteo del demandante frente a la comuna que decía que era una cuestión "no judiciable" por tratarse de una decisión propia del Concejo.
-Monti, ¿qué diferencia hay entre su caso y el de Boasso?
-Primero y principal, que a mí no me probaron nada. Me expulsaron, no por incompatibilidad, sino por inconducta. ¿Y cuál era la inconducta? Nunca se supo. Mi caso no fue el de un concejal cobrando un cheque de un concesionario municipal. Nada de eso.
-¿Lo de Boasso es más cuestionable, quiere decir?
-Absolutamente. Boasso, por ejemplo, venía peleado con el Departamento Ejecutivo hasta que este año se reconcilia por dos semanas en que va, lo visita al intendente y acuerda tres medidas para el transporte: el aumento del boleto, la eliminación del Drei (tasa de Registro e Inspección) y la baja de un punto en el gerenciamiento de la tarjeta magnética. Esos tres puntos, que Boasso terminó votando luego de la foto con Hermes Binner, le significan al mayor concesionario del transporte, Agustín Bermúdez, un ahorro anual de entre seis y siete millones de pesos. Y resulta que cheques de Bermúdez eran cobrados por Boasso, depositados en la cuenta personal, por honorarios en su función de ejecutor fiscal de la Afip. ¿No es esto claramente incompatible? Boasso, con su voto en el Concejo, incrementó los ingresos de un deudor suyo. Es como si a mí me debiese plata una disco y voto para que en vez de mil se le permita albergar dos mil personas.
Monti, por último, señaló que para su expulsión "en el Concejo habían formado una comisión investigadora, presidida por Vicente Cuñado, que inventaba cosas extrañas, suposiciones", sin dejarle "derecho a la defensa y ni siquiera ver las actas".
"Un día esa comisión me notificó a las 21 horas para que a las 8 del día siguiente presente el descargo. Era todo un atropello", concluyó.


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