Los muchachos que alguna vez se escaparon a tomar mate al cementerio para conocer a un tal Pablo, de profesión enterrador (todo un mito rosarino), regresan al ruedo bajo el formato de trío. Pablo, el Enterrador dará un recital esta noche, a las 21.30, en el teatro Manuel Lavardén, Mendoza y Sarmiento. Sin la presencia del tecladista Omar López, que abandonó la legendaria banda recientemente, Pablo quedó convertido en trío, con José María Blanc, en guitarra y voz; Jorge Antún, en teclados, y Marcelo Sali, en batería y percusión. "Omar no pudo estar más con nosotros por cuestiones de trabajo y nosotros decidimos seguir igual pero como trío, porque resulta difícil reemplazar a un miembro de 25 años en la banda", dijo Blanc. El nuevo Pablo, el Enterrador, se presentó en Buenos Aires un mes atrás. "Fue una buena prueba para saber cómo sonaba el trío: fue un rock bien polenta y directo", dijo el vocalista sobre la nueva etapa del grupo que nació en 1971, a base de una mezcla de rock sinfónico y música urbana en tiempos de la new wave. En aquellos años empezó a moldearse la leyenda a cargo de un puñado de adolescentes rosarinos capitaneados por Jorge "Turco" Antún, una suerte de secreto subterráneo del que formaron parte, entre otros, Rubén Goldín y el fallecido Lalo De los Santos. épocas de encierro y de aprender a tocar, hasta que en principios de los 80, estabilizada su alineación, consiguieron bajar a Buenos Aires para grabar su primer disco. "Creo que hoy sonamos parecido a aquel primer álbum", aseguró Blanc, y añadió: "Tenemos una base más rockera y los arreglos son hoy más sinfónicos y alejados de la fusión con lo folclórico. Retomamos el camino de lo sinfónico y, por mi parte, tengo un trabajo más duro con la guitarra". Para Blanc, el grupo sigue firme "en el palo de lo sinfónico" y remarcó que los arreglos coloreados de folclore argentino quedaron atrás. "Hoy estamos más sinfónicos que nunca -dijo-, y en este sentido nos acercamos a lo que hicimos en nuestro primer disco, a pesar de que los temas nuevos intentan tener un color más directo y comercial". Rosario parece guardar una buena relación en los últimos años con las bandas de rock progresivo o sinfónico extranjeras que llegan al país. Una música que hoy por hoy es considerada de culto o, en el peor de los casos, está condenada al olvido en varias partes del mundo. A la ciudad legaron últimamente el ex guitarrista de Genesis, Steve Hacket, la ex voz de King Crimson, John Wetton, y el ex cantante de Marillion, Fish. "Creo que eso se debe a que el pop no está dando hoy los resultados esperados -arriesgó Blanc-. El público necesita escuchar una música más elaborada. Por otro lado, también es cierto que a Rosario llegaron más de un representante de bandas gloriosas y quizá sólo se deba a que los productores que los traen les guste el rock sinfónico. Muchas producciones de conciertos de otras músicas tuvieron una mala experiencia en esta ciudad, en cambio con Hacket y Fish la gente respondió muy bien". En el concierto de mañana Pablo, el enterrador, interpretará temas de su último álbum, "Sentido de lucha" y también mostrará canciones nuevas. "En el recital vamos a poner a la venta un disco de edición especial de 100 unidades, con los temas de «Sentido de lucha» pero masterizados y mezclados de una manera distinta", dijo finalmente Blanc.
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