Chokar Karaiz, Afganistán. - La ciudad de Chokar Karaiz, arrasada por los bombardeos norteamericanos del 19 y 20 de octubre pasados, sólo presenta ruinas y tumbas recientes, con banderas rojas que evocan a los pobladores muertos. Situada a 60 kilómetros de Kandahar, centro militar y político de la milicia islámica de los talibanes que también fue devastada por la aviación estadounidense, Chokar Karaiz era una población civil y en ella no había bases militares ni de la organización Al Qaeda, dijeron los residentes.
Sólo cerca de 20 habitantes sobrevivieron a los ataques del 19 y el 20 de octubre, que destruyeron totalmente la aldea y fueron denunciados esta semana por la organización humanitaria Human Rights Watch. "Los bombardeos empezaron hacia la medianoche. Duraron unas dos horas, se reanudaron la noche siguiente y se prolongaron durante toda la noche y todo el día siguiente", explicó Mehmud, un campesino de 36 años.
Mehmud dijo conocer a 19 personas que murieron en los bombardeos, muchos de ellos miembros de su familia. El pueblo al que fueron llevados los periodistas por el gobierno afgano era "sólo ruinas", según describió uno de los reporteros internacionales presentes en el lugar. "Las bombas abrieron grietas en el suelo. Los árboles estaban partidos y caídos, los autos quemados y volcados", informó un redactor de una agencia de noticias francesa.
Restos humanos
"Muchos cadáveres quedaron destrozados y lo único que pudimos hacer fue recoger las diferentes partes y enterrarlas en la misma tumba", comentó por su parte Mungal, otro de los sobrevivientes. Mungal, mostrando 18 tumbas alienadas en un sector, señaladas algunas con pequeñas banderas rojas, afirmó que al menos 30 personas fueron enterradas.
"No estoy al tanto de nuestro crimen y de por qué fuimos atacados. Aquí no había talibanes", comentó. "Si los aviones no sabían quiénes éramos, tenían que haberlo averiguado antes de matar a civiles inocentes", agregó Mungal.
Los periodistas internacionales que visitaron las ruinas y las tumbas relataron que entre los escombros de la ciudad "se podían encontrar ropa, calzados de mujeres y ovejas muertas". La organización estadounidense Human Rights Watch, basándose en entrevistas con sobrevivientes en un hospital de la ciudad paquistaní de Quetta, dijo que 35 personas murieron en estos bombardeos. "Ningún testigo entrevistado por Human Rights Watch conocía posiciones de los talibanes o de Al Qaeda en la zona del ataque", explicó la organización en un comunicado. (Télam)