Washington. - El rastro del ántrax, que tiene a EEUU perplejo y al borde del pánico, volvió ayer a Washington, donde las esporas fueron halladas en oficinas de la Food and Drug Administration (FDA), y se expandió hacia Missouri, donde 200 trabajadores postales de Kansas City fueron puestos bajo tratamiento por el temor a un brote de la enfermedad.
Entretanto, los investigadores siguen sin poder comprender la forma en que se contagió Kathy Nguyen, la mujer de 61 años que murió el miércoles en Nueva York por el ántrax inhalado, pero sin haber tenido contacto comprobado con alguna correspondencia contaminada con la bacteria. "Tenemos que descubrir cómo se infectó, es un caso muy extraño", admitió el director general de la Sanidad estadounidense, David Satcher.
Las declaraciones del funcionario son una nueva muestra de la impotencia del gobierno de Washington ante la incontenible ola de casos de ántrax que están afectando al país, hasta ahora todos en la costa este.
Tratamientos con Cipro
Mientras las investigaciones siguen adelante, en especial en dirección hacia las pistas de una fuente interna de los ataques con la bacteria, las autoridades norteamericanas pudieron hasta ahora extender los tratamientos con antibióticos para las personas expuestas a las esporas y acordar la compra de cien millones de pastillas de Cipro, la medicina preferida para enfrentar la infección. Sin embargo, lo que está provocando impaciencia entre la población, el gobierno no logra contener la expansión de los casos, y la prensa local presenta cada día un nuevo reporte desde el "frente interno" de la guerra estadounidense contra el terrorismo.
Ayer le tocó el turno a las oficinas de la FDA, la agencia federal que controla los estándares de seguridad de los alimentos y las medicinas. Cuatro salas de correspondencia de la agencia, ubicadas en Rockville, Maryland, en la periferia de Washington, dieron resultados positivos preliminares a las pruebas del ántrax. Los resultados "no son finales", dijo el vocero de la FDA, Lawrence Bachorik. De confirmarse, la agencia se sumará a la larga lista de instituciones federales a las que llegó la contaminación con ántrax.
Desde que se inició el brote, a mediados de septiembre, las esporas fueron halladas en el correo dirigido a la Casa Blanca, la Corte Suprema, el Departamento de Estado, la CIA y otros organismos. El caso más grave, sin embargo, se registró en el Congreso, donde una carta con ántrax purísimo fue abierta en la oficina del líder demócrata del Senado, Tom Daschle. Según una fuente médica, el ántrax que mató a una empleada de un hospital en Nueva York es idéntico al hallado en cartas enviadas al líder de la mayoría del Senado.
La Casa Blanca está sufriendo una gran presión por la presencia del ántrax en el país, en especial desde la muerte de Nguyen, el primer caso fatal de una persona sin contacto directo con la correspondencia contaminada. El gobierno norteamericano considera el brote del ántrax como parte del "frente interno" de la guerra contra el terrorismo, lanzada después de los atentados del 11 de septiembre.
Hasta ahora, el ántrax mató a cuatro personas: además de Nguyen, por la inhalación de las esporas fallecieron dos carteros de Washington y un reportero gráfico de Florida.
En Missouri, las autoridades sanitarias descubrieron esporas del ántrax en una oficina postal de Kansas City, obligando a 200 trabajadores de correos a someterse a los test para detectar la enfermedad e iniciar el tratamiento con antibióticos.
Además de las desalentadoras noticias llegadas de Nueva York, donde los investigadores siguen armando el rompecabezas de la muerte de Nguyen sin grandes resultados, otros hechos negativos agregan preocupaciones al gobierno norteamericano.
Un empleado postal de Virginia fue arrestado ayer y acusado de haber hecho falsas amenazas con ántrax, en el enésimo caso de bromas y alarmas sin fundamento que están colaborando con la creación de un clima sumamente aprensivo entre la población.
Asimismo, la policía estatal de Florida informó que una carta que contenía un polvo blanco y estaba dirigida al gobernador Jeb Bush, hermano menor del presidente, resultó negativa en una prueba preliminar para la detección del ántrax. Se trata de una amenaza falsa. (Ansa y AP)