Revelaciones de una pericia

El incendio que causó la muerte de seis hermanos fue intencional

Tenían entre 8 y 11 años. Creen que se trató de una venganza contra los padres

Santa Fe.- El incendio de una precaria casilla de madera en el que murieron carbonizados seis hermanitos de entre 8 y 11 años en un barrio de la zona norte de esta ciudad fue intencional. Así lo determinaron las pericias realizadas por los Bomberos Zapadores de la Unidad Regional I de policía, cuyo informe se conoció ayer.
El trágico siniestro ocurrió el pasado 23 de septiembre en el barrio Las Flores y a partir de la revelación pericial los investigadores sospechan que todo se trató de un acto de venganza contra el padre de las criaturas.
El documento de los peritos indica que la vivienda fue rociada en dos de sus paredes (norte y este) con algún combustible que podría ser querosén, nafta o gasoil, con lo que se descarta que el incendio que redujo a cenizas la casa de madera se hubiera producido por el cortocircuito en un ventilador como se presumía en un primer momento.
También el informe explicita que con un combustible similar se roció un viejo auto que se encontraba estacionado frente al inmueble, lo que indica que los vándalos que terminaron causando la muerte de los seis pequeños actuaron con total premeditación.
El juez de instrucción Eduardo Giovannini, a cargo de la investigación, no había recibido anoche los resultados de otras pericias encargadas a personal de Gendarmería Nacional estimándose que en este ámbito podría determinarse con certeza el tipo de combustible utilizado para provocar el incendio.
La causa está caratulada como homicidios calificados y lesiones graves calificadas y hasta el momento por este hecho demencial no ha sido detenida ninguna persona.
Respecto a los móviles del vandálico incendio, los investigadores no descartan la posibilidad de que el asesinato múltiple esté vinculado con otro episodio de violencia. En efecto, el padre de las víctimas tendría algún parentesco con Juan Domingo Verón, un joven de 27 años que el día anterior al incendio había sido muerto a balazos. Casualmente, el siniestro se desató cuando los padres de las criaturas muertas se encontraban en el velatorio de Verón.
La madrugada del 23 de septiembre ocho hermanitos se hallaban durmiendo en la precaria vivienda ubicada en Pavón al 5000 cuando las por ahora anónimas manos desataron el incendio. Como consecuencia de las llamas murieron Rocío Bento, de 8 años; Ezequiel Gómez, de 8; Juan Bento, de 9; Cayetano Bento, de 10; Natalia Yaborsky, de 10; y Romina Yaborsky, de 11 años.
En tanto Diego Yoborski, de 16 años, recibió gravísimas quemaduras al intentar sacar a sus hermanos de la casa y por ese motivo debió permanecer largo tiempo internado en el hospital Cullen. Por su parte, Jesús Alfredo Bento, de 15, fue el único que salió ileso al correr en busca de ayuda cuando el fuego empezó a consumir la vivienda.

La precaria casa en que murieron las seis víctimas.