cartas

Policlínico Pami I y II

A pesar de nuestro gran dolor por la pérdida física de nuestro padre, ocurrida el 19 de octubre pasado, deseamos agradecer a todos los médicos que lo asistieron en la sala de guardia, en terapia intensiva, enfermería, personal de traslado, y en especial a los doctores Roberto Baigorri y Alberto Calimano, que lo atendieron con tanto cariño. La paciencia, la amabilidad, la enseñanza que nos ofrecieron día a día para poder sobrellevar su larga enfermedad. A pesar del cansancio y las obligaciones que ambos tenían, nunca nos abandonaron y siempre nos supieron orientar, humildemente se trasladaban a nuestra casa tantas veces como fueron necesarias para ayudarnos en los momentos de angustia y desesperación. No olvidamos la guía espiritual del padre Carlos Fernández, de la parroquia de la Asunción de la Virgen María, que estuvo con nosotros hasta último momento. Recordamos también al personal del servicio de enfermería domiciliaria, en especial a Ariel y Luis. No poseemos palabras, dinero, ni obsequios que se les pueda ofrecer, sino nuestro eterno reconocimiento y afecto para estos especialistas.
Esposa, hijas, hijos políticos, nietos y cuñada de Vicente Justo Américo Oliva