La reestructuración de deuda voluntaria que anunció el ministro de Economía, Domingo Cavallo, tiene aristas políticas "claves" para que la operación sea considerada como voluntaria y no compulsiva, tal como pareció ver ayer el mercado. Así lo confesó anoche una calificada fuente de la cartera económica, quien confió que la intención del ministro es lograr una operación de canje para llevar los cupones de intereses del 11% actual al orden del 7%. El funcionario explicó que para que esto sea viable y se respete lo voluntario de la operación, se deben conjugar varios factores, siendo el primero que los inversores comprendan que como se propone pagar menos, aumentan las probabilidades de cobro.Otro punto considerado clave es el apoyo de los organismos internacionales, para lo cual "ya están avanzadas las negociaciones para que el Banco Mundial otorgue garantías por 2.500 millones, el BID unos 2.000 millones, que se sumarían a los 3.000 que ya comprometió el Fondo Monetario (FMI)", apuntó. Señaló además que la operatoria "tendría que tener un condimento interno, siendo uno de ellos el aval de la recaudación de impuestos y un compromiso serio de los partidos políticos". A la hora de explicar las intenciones que el ministro maneja para reestructurar los pasivos, indicó que "la idea es lograr que la deuda a 20 años que hoy paga 11% pase al orden del 7% y que sea descontada en el orden del 15%", y agregó: "Si esto se logra el canje sería netamente voluntario, ya que el valor de los bonos sería el mismo, o sea en el orden de los 45 ó 50 dólares".
| |