| | cartas Andalucía en la mira de Bin Laden
| Una gran inteligencia junto a un gran saber es arma de doble filo e instrumento tanto para el mal como para el bien. Bin Laden durante su aparición en las cámaras de Al Jezira cita once veces a Dios y una a Andalucía. ¿Será que este criminal tiene también sus ojos puestos en aquella comarca española? El 19 de noviembre pasado, según el calendario juliano, se cumplió el milenio de la muerte de Abu Amir, apodado el Manzur Bi-Llah (victorioso por Allah), sobrenombre que, abreviado en los dialectos romanos, pasó a la historia como Almanzur. Había nacido en 940 en Torax, Almería. Su madre Boraiha pertenecía a una de las más ilustres familias de Al Andalus. Fue poseedor de una gran cultura y al igual que Bin Laden era descendiente de yemení. Yemen, la Arabia feliz cuya soberana Balkis, la famosa reina de Saba (Antiguo Testamento, Crónicas II. Cap. 9), contemporánea de Salomón, fue famosa por su sabiduría. A Almanzor, este héroe musulmán llamado el azote de los cristianos, cuyas acciones pueden compararse a las de Bin Laden, le cabe la hazaña de haber destruido más que nadie el mayor número de ciudades españolas. En 985, tomó Barcelona, la saqueó y la incendió. A este sangriento golpe da la ciudad Condal, hoy los catalanes lo recuerdan como la caída de las torres gemelas. Bin Laden como los cultos talibanes de su cúpula conocen muy bien la historia de Almanzor durante su califato en Córdoba. ¿Qué quiso insinuar este siniestro musulmán al citar a Andalucía? ¿Será que quiso reivindicar a Almanzor? Roberto Linares
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