En Mataderos, ahora el torito se llama Unión

Chicago padeció la inspiración de los tatengues, que salvaron la ropa del DT

Un Unión todo terreno se adaptó muy bien al barroso campo de juego y goleó sorpresivamente en Mataderos 3 a 0 a Nueva Chicago, que no fue ni la sombra del equipo convincente de las últimas fechas, que venía de ganar tres veces en forma consecutiva.
El ascendente conjunto de la dupla Roberto Vega-Jorge Traverso fue un reflejo del oscuro cielo que cubrió el estadio y no tuvo respuestas para impedir el triunfo santafesino. La segunda victoria de Unión en el Apertura le permitió al técnico Leonardo Madelón mantenerse en el cargo y disipar los fantasmas de un obligado alejamiento.
Martín Mazzoni y Nicolás Frutos, en dos ocasiones, fueron los autores de los goles tatengues, en la lluviosa tarde de Mataderos.
Unión consiguió la tranquilidad necesaria para manejar el partido ante un rival que venía muy entonado. El segundo tiempo fue sólo un trámite para un partido ya definido y en el cual Chicago no encontró nunca las respuestas para torcer la historia.
Unión, poco a poco, se fue acomodando en la cancha y se hizo cargo de la posesión de la pelota, siempre bien administrada por los petisos Guillermo Israelevich y Martín Zapata, quienes se aprovecharon de la negra tarde de los defensores rivales y de las numerosas dudas del arquero César Velázquez.
El visitante logró abrir el marcador en su primera llegada a fondo, a los 27, por medio de Mazzoni, quien empujó la pelota a la red, luego de que Velázquez le tapara un cabezazo a Fernando Ortiz.
Tras el gol, Chicago, además de continuar impreciso, se mostró muy nervioso, por lo que la diferencia no tardó en aumentar: 5 minutos después, Emanuel Ruiz desbordó ante la salida de Adrián Barbona -como en toda la tarde- y envió el centro pasado que fue aprovechado por Frutos, luego de un rebote.
Con el torito intentando acercarse a Unión, a los 16 minutos, otra vez Frutos anotó para la visita estableciendo un 3 a 0 lapidario con un zurdazo que vulneró la resistencia de Velázquez.
El local no encontró claridad ni en el juego y ni tampoco en sus ideas, por lo que todas sus embestidas chocaron contra una poblada y firme defensa rival.
Fue un 3 a 0 tan inesperado como justo. (DyN)