Año CXXXIV
 Nº 49.284
Rosario,
lunes  29 de
octubre de 2001
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Gimnasia hizo poco pero se quedó con todo
El equipo de Griguol fue mezquino, pero la efectividad de Enría le dio el triunfo

Gimnasia y Esgrima La Plata, que se defendió durante casi todo el partido, se llevó un premio por demás excesivo al ganarle en la capital santafesina por un agónico 2 a 1 a Colón, ahora sin invicto en condición de local.
El volante Mariano Messera abrió el marcador para Gimnasia, Cristian Castillo igualó transitoriamente para Colón y Claudio Enría le dio los tres puntos sobre el final al equipo platense, que el próximo domingo visitará al único líder del torneo Apertura, Racing, que le lleva ocho puntos de ventaja.
La única explicación posible para justificar el resultado sería centrar el análisis en la altísima efectividad de Gimnasia frente al arco rival y en las doce situaciones de riesgo (tres de ellas en el travesaño) que dilapidó Colón a lo largo del desarrollo.
Los diez minutos iniciales de Colón fueron impecables. Incisivo e inteligente para abrir la cancha, en ese lapso generó cuatro llegadas claras de gol, entre ellas un cabezazo de Diego Castagno Suárez devuelto por el travesaño y un lejano disparo de Rodolfo Aquino que pegó en el horizontal y luego en el palo derecho antes de irse afuera.
El partido comenzó a cambiar a los 12 del primer tiempo, cuando Messera marcó un golazo al sacar un remate desde afuera del área que ingresó sobre el ángulo superior derecho de Leonardo Díaz.
Tras el descanso, Gimnasia siguió convencido de que la espera era su mejor negocio, por lo que Colón volvió a abalanzarse sobre el arco de Guillermo Hernando, al cabo decisivo para el triunfo de su equipo.
A los 10, una volea de Dante Unali desde el área chica impactó en el travesaño. El empate se hizo esperar hasta los 28: Unali desbordó por el sector izquierdo y mandó el centro que le permitió a Castillo, mediante un cabezazo, reencontrarse con el gol luego de largo tiempo.
Gimnasia retrocedió todavía más y Enría parecía quedar cada vez más solo allá adelante. Sin embargo, dos minutos antes del final ocurrió lo impensado: Enría edificó una pared con el ingresado Lucas Lobos y definió ante la salida de Leo Díaz.
No quedó tiempo para más, y se dio un resultado imposible de justificar. Suele pasar. Y el que festejó fue Gimnasia. (DyN)


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