Año CXXXIV
 Nº 49.283
Rosario,
domingo  28 de
octubre de 2001
Min 18º
Máx 21º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





Entrevista. El peronista retornó a la arena política
Carlos Grosso: "De la Rúa se encuentra en un virtual estado vegetativo"
El ex intendente porteño no descartó un eventual retiro adelantado del presidente si no produce cambios urgentes

Omar Bravo

Rosario le evocará siempre los años bravos del "Perón vuelve", la explosión de la militancia juvenil del justicialismo y el Rosariazo. Entre 1968 y 1974, Carlos Grosso fue profesor adjunto de Literatura Hispanoamericana en la Universidad Nacional de Rosario y titular del seminario final de la carrera de Letras en la Universidad Católica. Entonces vecino de Mitre y Córdoba, su corazón velezano fue atrapado por las grandes campañas canallas de Aldo Pedro Poy y compañía, igual que los deliciosos sándwiches calientes que comía en un bar junto al cine El Cairo. "Unos pebetes que tenían queso, pollo..., de todo. Había otro en Corrientes y San Luis", recuerda ante La Capital.
Ya en Buenos Aires, Grosso fue uno de los presidenciables del PJ junto a Menem y Antonio Cafiero. Intendente de la Capital Federal desde 1989, sus sueños presidenciables y sus críticas a Domingo Cavallo lo vieron irse del poder en 1992. Para responder a las treinta y ocho causas judiciales que le iniciaron por su gestión, pasó nueve años en el ostracismo. Hoy, sobreseído en treinta y seis y con las dos últimas por caer, la política -su pasión de siempre- lo tiene de vuelta, en coincidencia con lo que se pronostica como el regreso del PJ al poder.
"Una vez más, el PJ vuelve a ser el responsable de echar a andar el país", dispara, además de estar completamente seguro de que, más allá de los nombres, el próximo presidente de la Nación será de signo justicialista. No duda en acusar al jefe del Estado, Fernando de la Rúa, de no tener "terminales nerviosas ni para darse cuenta de que su gestión anda mal". Sin embargo, se niega a comparar el escenario actual con el de fines de los 80, porque el ex presidente Raúl Alfonsín "nunca fue un vegetal, para las buenas y para las malas", asegura.
-Se repite el esquema del 89, un peronismo deseoso de volver al poder y un presidente radical debilitado...
-Acá no hay que confundir la sensibilidad política de un Alfonsín, que tiene terminales nerviosas a flor de piel, que funciona como un hombre responsable, que se bancó tener que irse antes porque es un hombre sensible de la política. Otra cosa son aquellos que no tienen terminales nerviosas ni para darse cuenta de que su gestión anda mal, ni para darse cuenta del veredicto de las urnas, ni para darse cuenta de cuánto se están agotando los tiempos institucionales, como De la Rúa. Por lo tanto, aquí no se debe hablar de golpismo, porque la propia Constitución da mecanismos. Aquí el tema no es quién quiere voltear al gobierno: aquí el tema es si el presidente tiene terminales nerviosas o se ha transformado en un cuerpo vegetativo. Alfonsín nunca fue un vegetal; para las buenas y para las malas. En este momento, De la Rúa está en un virtual estado vegetativo.
-¿Los inminentes anuncios pueden devolverle oxígeno a De la Rúa o usted cree que su suerte está sellada?
-Mire, una vez más, el PJ vuelve a ser el responsable de echar a andar el país. Desde ahora, ya. Y desde el 10 de diciembre, será insoslayable. Porque del gobierno ya nadie espera milagros. Y como ya no creen en milagros están esperando la alternativa. Ahora, para ser la alternativa al PJ no le alcanza el mandato de las urnas del 14 de octubre. Todavía el peronismo no ha reelaborado su propuesta, reconstruido su liderazgo y elegido a su candidato. De este proceso, elegir al candidato es la anécdota, es lo que le interesa al periodismo. Porque ese candidato no tendrá fuerza si previamente el peronismo no rehace su propuesta y su conducción.
-¿Con qué método? ¿Todo en un congreso partidario, como desean algunos, o llamando a elecciones internas?
-Creo que hay que hacer una elección interna para que el candidato que surja ungido por la mayoría de los votos peronistas sea profundamente legítimo y que concentre en sí mismo la propuesta, la jefatura y la candidatura.
-¿Y la propuesta? Hoy el PJ es casi un catálogo de individualidades y posturas ideológicamente contrapuestas.
-El justicialismo necesita rehacer su propuesta con sabiduría y con profundidad profesional. Todavía en los diversos discursos del peronismo subyacen resabios de la nostalgia cincuentista, o los resabios de la nostalgia noventista. Por un lado, un cierto populismo improvisado y, por el otro, ciertos elementos todavía subyacentes de los diez años de neoliberalismo. Creo que el peronismo debe volver a retomar su propia identidad con modernidad. Sin echar por la borda nada de lo bueno que se construyó y de lo que se logró con mucho dolor y esfuerzo. Pero también volviendo a la esencia productivista y popular que le dio origen.



Para Grosso, de la Rúa no tiene terminales nerviosas.
Ampliar Foto
Notas relacionadas
Reutemann y una virtud llamada silencio
Diario La Capital todos los derechos reservados