De todos los candidatos peronistas que salieron relativamente bien parados el 14 de octubre, Alberto Joaquín fue uno de los pocos que ofreció un análisis con rasgos distintos a los desgranados por sus colegas en relación al posicionamiento del PJ y sus chances de ganar la Intendencia en el 2003. Más allá de las críticas que vertió hacia la gestión socialista, Joaquín evaluó que el peronismo, para ser una alternativa creíble para la sociedad, debe ayudar "a la gobernabilidad de la ciudad de Rosario". Según su análisis poselectoral, a nivel local el intendente Hermes Binner quedó en una situación similar a la que afronta el presidente Fernando de la Rúa: "Binner no tiene mayoría en el Concejo y el peronismo debe proponer y consensuar propuestas para solucionar los problemas fundamentales que padece la ciudad. Esa es la única manera en que los rosarinos nos puedan ver como opción de gobierno".
| |