Año CXXXIV
 Nº 49.283
Rosario,
domingo  28 de
octubre de 2001
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Irresistible tentación por el caos

Orlando Verna

¿Alguien puede imaginar a Magdalena Ruiz Guiñazú conduciendo mediodías de cumbia o a Santo Biasatti auditando niñas con sueños de estrellas del pop? Seguramente, no. Un perfil moldeado a fuerza de veracidad y objetividad periodística los impugna para cruzar los límites de su profesión y formar parte del limbo de personajes televisivos sedientos de pantalla. Pero si la pregunta se repitiese con otros personajes, como Roberto Pettinato o el mismo Juan Castro, la respuesta quizás no sea tan absoluta.
El ex saxofonista de Sumo, también fue periodista. Es más, dirigió la mítica revista "Expreso imaginario". Después, en su arribo a la TV, hizo de todo un poco: fue periodista, conductor, animador, presentador, productor y hasta de actor en "Primicias". El mismo camino que recorre hoy Juan Castro con "Confianza ciega".
Capricorniano del 13 de enero, Castro tiene hoy 30. A los 16 ya había definido su vocación: quería ser periodista. Empezó trabajando como asistente de producción en el programa "Feedback", realizó colaboraciones en El Cronista Comercial y La Prensa, mientras estudiaba Comunicación Social en la UBA, carrera que nunca terminó. Después se recibiría de locutor nacional en el ISER y haría sus primeras armas en el equipo de producción de los noticieros centrales de Telefé.
1994 lo encontró bien posicionado. Fue productor periodístico del programa "Rompecabezas", conducido por Jorge Lanata en FM Rock&Pop de Buenos Aires y luego pasó con el mismo Lanata a América TV como productor y cronista de "Día D".
Pero 1998 sería el año del despegue. Castro comenzó a conducir su propio programa de radio por Rock&Pop. "El mañanero" le puso un tinte joven al dial y consiguió un ejército de fieles seguidores después de popularizar el eslogan "No seas forro" en una campaña a favor del uso de preservativos para prevenir el sida. Ese mismo año fue productor de "Zoo (las fieras están sueltas)", un producto radial que en el 99 se convirtió en un envío televisivo.
Problemas presupuestarios de una televisión en retracción, como el país, terminaron con "Zoo", pero no con las aspiraciones periodísticas de Castro. En el 2000 "El mañanero" pasaba a la FM de Radio del Plata y arrancaba por América TV "Unidos y dominados", un magazine político semanal que duró poco menos de un semestre.
Periodismo por aquí, proyectos truncos por allá, el pibe se cansó de que lo confundieran con su hermano mellizo Mariano -que aparece por I-Sat- y creyó que estaba para más. Traductor de inglés y modelo publicitario, Castro ya había sido tentado para ser la cara para Latinoamérica del canal E! Entertainment, hasta que le llegó la invitación para conducir "Confianza ciega". Dijo que, como periodista, lo sorprendió el convite, aunque no tanto. Estaba en la cresta de la ola por aceptar públicamente su homosexualidad en un semanario porteño.
Ahora hace el trabajo de Mark Whalberg en "Tentation Island", su predecesor norteamericano, en un docu-soap (combinación de documental y novela) en el que la intimidad es alivianada con fuertes dosis de exposición medial. El camino quizá lo lleve a su propia "pettinatización", aunque él no pierde las esperanzas de volver al periodismo televisivo. Si hasta ya tiene título para el programa: "Caos".


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