Año CXXXIV
 Nº 49.281
Rosario,
viernes  26 de
octubre de 2001
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Representaron "Tu cuna fue un conventillo" en la sala Lavardén
Emocionante actuación de un grupo de detenidos ante un teatro colmado
Un elenco integrado por 19 presos de las Unidades de Detención 3 y 5 fue aplaudido por más de 300 personas

Paola Irurtia

Una emoción desbordada ocupó el escenario de la sala Lavardén cuando cayó el telón y las luces dejaron ver a las más de 300 personas que aplaudieron el miércoles a la noche la presentación de la obra "Tu cuna fue un conventillo", que representaron internos de las Unidades de Detención 3 y 5. Fue un bautismo sorprendente para el grupo de 19 presos que lograron superar la capacidad de la sala con la convocatoria. Las flores arrojadas al escenario, los besos tirados al aire y las lágrimas arriba y abajo de las tablas coronaron la primera presentación en una sala pública del grupo al que significativamente llamaron Renacer.
Los incipientes actores son reclusos que cumplen su condena en las unidades de detención de varones, en Ricchieri y Zeballos, y de mujeres, en Ingeniero Thedy y Gorriti. El director de la obra, Luis Arroyo, no encontró registro de que se haya presentado en otros lugares del mundo una obra protagonizada por un grupo mixto de internos.
"Tu cuna..." es un sainete de Alberto Vacarezza que se desarrolla en un conventillo a fines del siglo XIX. Sus personajes son inmigrantes o criollos pobres, que se citan a una velada de baile, donde el protagonista es el tango. Así comienzan a cruzarse guapos e improvisados, inquilinos que no llegan a pagar la renta, honestos trabajadores y ladrones de profesión, amores contrariados, aprendices de seductores y mujeres con fantasías y corazón de arrabal, en una jornada que descubre con afilado humor sinuosos perfiles en los personajes que los actores desarrollan con gracia y convicción. Cada escena, baile o recitado arrancaron el reconfortante aplauso del público.
La fiesta final se desarrolló con la actuación del bandoneonista Alberto Bono que tocó para darle lugar al baile. También allí se destacó el trabajo de los actores, que en pocas clases debieron aprender a moverse al ritmo del 2x4. La gracia del Tano dueño del conventillo para desacertar los pasos quedó a poco de robarse la escena.

Detrás de la escena
Propiamente entre bambalinas, los actores confesaron que su participación en el grupo de teatro les abrió un espacio a una realidad distinta al encierro. "Es una puerta que se abre para después, para cuando salga de la cárcel", dijo Miguel Miguelez -que interpretó al dueño el conventillo-, un concepto en el que coincidieron cada uno de los internos actores. A Carolina Villanueva, que le puso el cuerpo a Doña Prudencia, la práctica le afectó su relación con el tiempo de encierro. "Hace que todo pase más rápido", remarcó. Pero la ruptura con la propia historia fue uno de los puntos que unificaron la vivencia de los reclusos. "Empezar a hacer teatro fue volver a empezar con otra cosa, Me permitió mirar para adelante y poder ver otra cosa", dijo Silvia Difede, que interpretó a Rosalía en la obra.
Las vivencias alcanzaron a Ernesto Bernal, que hizo palpitar el corazón de Maldonado; Claudia Maidana, que le dio pie a Filomena; Perla Maidana, que portó a Encarnación; Marcela Bussi, que fue Rosita; el guapo y galán Aberastury que interpretó Jorge Zapata; Luis Britos que desarrolló al áspero Gallo; el milonguero Rancagua que tuvo en su piel Fabián Muñoz; Aníbal Labay que llevó adelante el Palomo; José Cardozo, que actuó de Don Julián y Fabián Serrano, que le puso palabras al refractario humor de el Carpintero. La fiesta incluyó a las percantas, Adriana López y María Laura González a quienes no le faltaron sus festejantes, que interpretaron Nelson Bignoli, Daniel Lezcano, José María Villaruel y Rafael Iagatti.
El estreno tuvo en vilo al elenco ya que uno de los actores había salido en libertad días antes de la puesta. Lo esperaron el martes para la presentación en la cárcel de varones y no los defraudó: volvió al penal como actor.
Una escenografía simple, de paneles y cortinas, un vestuario impecable, y la asistencia técnica del staff del teatro le pusieron el marco a la presentación. Los materiales para escenografía y la ropa fueron donados, igual que el trabajo de las maquilladoras, Gladys Scola y Miriam Spinelli, le peinador, Juan Coré Celma, y los profesores de tango Vicki Acosta y Gustavo Giménez; y de guitarra, Néstor Tabares.
La presentación de la obra en la sala Lavardén atrapó la curiosidad de muchos profesionales de distintas áreas sociales, desde trabajadores del teatro hasta psicólogos, que fueron a ver la primera presentación de la obra en una sala pública. El ministro de Gobierno, Lorenzo Domínguez, el director del Servicio Penitenciario, Arturo Gandolla, y la coordinadora del Plan Cultural Educativo, María Beatriz Toni, entre otras autoridades de las distintas carteras involucradas en el proyecto ocuparon las primeras filas. El grupo había realizado otras presentaciones, incluso en certámenes, pero siempre dentro de institutos penitenciarios. El estreno de "Tu cuna..." fue en realidad el martes, en la cárcel de varones, donde pudieron verla 100 internos del penal. Aunque la presentación en el penal de mujeres estaba previsto antes del estreno en la sala Lavardén, debió ser postergado, por lo que las reclusas aún no pudieron ver la obra.
En pocas palabras, después de la obra, los actores agradecieron a todas las autoridades que les permitieron llevar adelante el proyecto, que fue dedicado a las personas que apoyaron la realización y también a quienes dijeron que no iba a ser posible. "Esto demuestra que no sólo fugas y motines ocurren dentro de las cárceles. Hay espacio para el arte y la producción", recordaron.



La obra es un sainete de Alberto Vacarezza.
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