La CGT unificada por Rodolfo Daer y Hugo Moyano va por más. Esta vez su gran objetivo es volver a hacer oír su voz ante el pleno del Partido Justicialista y recuperar el protagonismo que le otorgara aquella la frase histórica que definió al movimiento obrero organizado como la columna vertebral del peronismo.
Daer dijo a La Capital que es ya tiempo de dejar atrás las prácticas "individualistas y mezquinas" que dominan las agendas de los gobernadores del PJ, desde cuyos liderazgos surgirá el candidato a presidente peronista que, según las especulaciones, será el próximo jefe del Estado argentino.
Los sindicalistas lanzaron una convocatoria a los dirigentes políticos para que escuchen su mensaje, donde sobresalen como puntos a discutir: estrategia nacional del justicialismo; reglas para la resolución de la interna partidaria; un amplio planteo sobre un volver a las fuentes de lo que históricamente fue la identidad peronista, y política de alianzas con el llamado polo productivo y social. Para Moyano, se trata de "reinstalar la justicia social"; para Daer, "recuperar el rol social de los trabajadores así como su protagonismo".
Mira quién habla
Las sonoras palabras de Luis Barrionuevo que ayer reflejaron todos los medios ("el presidente debe dar un paso al costado" y "el peronismo no puede hacer de baby sitter del presidente") fueron pronunciadas al asumir su cargo en el gremio gastronómico, precediendo en el uso de la palabra a Moyano, Daer y Duhalde. Ninguno de ellos lo corrigió. Por otra parte, la CGT unificada ha recibido la banca ganada por Barrionuevo en el Senado como un triunfo del movimiento obrero, ya que todos los gremios apoyaron su candidatura.
Duhalde se comprometió ante ellos "a poner la herramienta a punto", en referencia a las estructuras del PJ, galvanizadas por el triunfo electoral. La palabra del dirigente bonaerense huele a su vieja aspiración de renovar al PJ para encabezar una nueva etapa, dijeron a La Capital varios dirigentes sindicales.
Una reunión peronista
Operadores de Moyano y Daer ya están trabajando en una empresa mayor: un retiro espiritual de dos días de los 50 máximos dirigentes del PJ en el que se debatan todos los temas, y sacar de allí las líneas maestras a aplicar en la política nacional y partidaria. Los asistentes serían los 14 gobernadores más Ramón Puerta, diez hombres de las dos cúpulas sindicales, unos diez legisladores nacionales, los diez titulares de distritos donde el PJ no es gobierno, más algunos asesores con amplia actuación en el PJ, como Julio Mera Figueroa y Carlos Grosso.
Si prevalecieran el individualismo y la mezquindad, los gremialistas jugarían su carta de máxima: "Dejaríamos de cumplir la tarea de contención social, ajena a nuestra actividad. Y que ellos contengan la crisis". Los gobernadores, inmersos en la toma y daca de la coparticipación con el gobierno, hasta ahora sólo hicieron gesto pidiendo paciencia. Las fuertes palabras de Barrionuevo también llevaron un mensaje para ellos.