Pese a que el senador electo del PJ Luis Barrionuevo moderó ayer su pedido de que el presidente Fernando de la Rúa "dé un paso al costado" y condicionó esa alternativa a un cambio del rumbo económico, el gobierno disparó munición gruesa contra el dirigente gastronómico, al que acusó de tener una "actitud golpista". De la Rúa prefirió el silencio y dejó el trabajo sucio en manos del vocero Juan Pablo Baylac; el ministro del Interior, Ramón Mestre, y la titular de Trabajo, Patricia Bullrich, siempre frontal a la hora de azuzar a los llamados gordos de la CGT. Mestre advirtió que los que plantean una salida anticipada del presidente "tienen una verdadera actitud golpista". Y destacó: "No creo que hayamos llegado a una situación de crisis para tal alternativa, pero si alguien, en lugar de los mecanismos constitucionales plantea esta vía, nos hace acordar a aquellas épocas en que algunos políticos desesperados iban a golpear los cuarteles". Por su parte, Baylac tildó de "cachafaz" (una especie de compadrito o pendenciero) e "irresponsable" a Barrionuevo, y le reclamó que "se dedique a ser secretario gremial, porque no está para la política". Bullrich, a su turno, dijo que la expresión del catamarqueño es "cuasi golpista", "peligrosísima" y "patoteril", y aprovechó para cuestionar a los líderes de las dos CGT, Rodolfo Daer y Hugo Moyano, por no haber salido al cruce de las expresiones de Barrionuevo, vertidas en un acto donde también estuvo el ex gobernador bonaerense Eduardo Duhalde. Lo cierto es que el controvertido Barrionuevo, quien hace unos años aseguró que para que el país se pusiera en marcha había que dejar de robar por dos años, bajó el tono de sus manifestaciones. Tras aclarar que sólo "si no cambia" el rumbo De la Rúa debería irse, lo exhortó a que "se deje ayudar" por los partidos con representación parlamentaria "hasta que termine su mandato". Según el sindicalista, lo suyo "no fue ninguna bomba" sino que expuso "una inquietud mayoritaria de todos los argentinos de ver que cada vez nos vamos enterrando más". Y agregó: "Lo que hay que evitar es el caos social". Lejos de quedar solo, Barrionuevo cosechó la solidaridad de Moyano (ver aparte). Paralelamente, el líder de la UCR y también senador electo, Raúl Alfonsín, descalificó los dichos del gastronómico. "No contribuyen a consolidar las instituciones democráticas del país", aseveró. Anoche, Bullrich redobló la apuesta: enfatizó que Barrionuevo y Moyano deben "retractarse" porque "es peligroso menear y jugar" con la figura del presidente.
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