Washington.- Una serie de pruebas evidenció la presencia de la bacteria del ántrax en una dependencia que revisa la correspondencia dirigida a la Casa Blanca. Esta novedad, junto a la confirmación de que la muerte de dos empleados postales se debió al contagio de esa enfermedad, acrecentaron la psicosis que envuelve a los Estados Unidos por lo que aparenta ser una variante de guerra biológica.
Las autoridades estadounidenses confirmaron ayer que la causa de la muerte de dos trabajadores de una oficina postal que procesa la correspondencia de la capital norteamericana fue la inhalación de ántrax. Ese reconocimiento elevó a tres el número de muertos por la letal bacteria desde que, hace tres semanas, comenzaron a aparecer cartas contaminadas enviadas por desconocidos.
Luego de que el Congreso fuera objetivo de ataques con cartas infectadas ayer quedó claro que la Casa Blanca también fue considerada un blanco. El portavoz presidencial, Ari Fleischer, destacó que una "pequeña concentración" de ántrax fue descubierta en la repartición militar que, aunque está fuera de la sede presidencial, examina la correspondencia destinada al jefe del Estado. El ántrax, dijo Fleischer, fue hallado en una máquina para la apertura de las cartas, pero no en sobres o paquetes.
El presidente George W. Bush declinó comentar si se había sometido a una prueba para detectar ántrax, pero dijo que no tiene la enfermedad. "No tengo carbunco", dijo Bush. Al ser interrogado por la prensa sobre si la Casa Blanca era segura, el mandatario expresó: "Tengo confianza en que cuando venga a trabajar, será un lugar seguro".
Alarma en suba
Hasta anoche, en todo EEUU había diez personas con síntomas de haberse contagiado la enfermedad, entre empleados de las principales cadenas de televisión en Nueva York y carteros del estado de Nueva Jersey, desde donde fueron enviados varios sobres infectados.
La Casa Blanca alegó que está operando bajo la "sospecha" de que el creciente número de casos de ántrax están vinculados al terrorismo internacional y a los atentados devastadores del 11 de septiembre. Fleischer, señaló, no obstante, que no se ha establecido de manera concluyente que los casos fueran causados por un individuo aislado o una organización terrorista. Su declaración fue la más fuerte hecha hasta el momento por la Casa Blanca que apunta a un vínculo entre la propagación deliberada del bacilo vía correo y los atentados del mes pasado.Los carteros fallecidos trabajaban en la oficina central de correo en el barrio de Brentwood que maneja la correspondencia dirigida al Congreso, entre ella la carta contaminada que fue abierta hace una semana en el despacho del líder de la mayoría demócrata del Senado, Tom Daschle.
Las esporas liberadas por la carta alcanzaron a 28 personas y forzaron la clausura del Congreso la semana pasada. El Capitolio volvió a funcionar ayer, pero las oficinas de los legisladores en edificios adyacentes siguen cerradas para revisiones por equipos de descontaminación.
El líder de la minoría demócrata de la Cámara de Representantes, Richard Gephardt, indicó tras una reunión entre el presidente George Bush y líderes del Congreso que "todos sospechamos" de un vínculo entre los atentados del mes pasado y el brote de ántrax. Y precisó que el tamaño tan reducido de las esporas de ántrax en la carta enviada la semana pasada al senador Daschle era evidencia de que habían sido refinadas para convertirlas en bacteria peligrosa.
El diario The New York Times, que ya experimentó dos alertas por presuntos casos de ántrax, cerró ayer su oficina de correspondencia después que un empleado abrió un sobre que contenía un polvo sospechoso. En las últimas semanas, cartas con supuesto contenido de ántrax fueron enviadas a la periodista Judith Miller, coautora de un libro sobre bioterrorismo, y a la oficina del corresponsal del periódico en Río de Janeiro, Larry Rohter.
En Trenton, Nueva Jersey, desde donde fueron enviadas cartas contaminadas, las autoridades notificaron que hay casi total certeza de que una empleada postal haya contraído ántrax pulmonar, la forma más peligrosa de la enfermedad. Otros dos empleados ya estaban infectados con la forma más benigna de ántrax cutáneo.
Más de dos mil trabajadores de correos de Brentwood y de un centro cerca del aeropuerto de Baltimore-Washington han sido examinados en busca de ántrax y el Servicio Postal dijo que las autoridades de salud decidieron extender las pruebas a 36 oficinas que recibieron correspondencia de Brentwood.
El Servicio Postal fue objeto de fuertes críticas por no examinar a sus trabajadores inmediatamente después que la carta con esporas de ántrax fue detectada en la oficina de Daschle. El centro Brentwood pudo haber manejado esa carta. (Reuters-Ansa-AP)