Pablo R. Procopio
Aarón se puso loco. El perro dogo atacó a su propia dueña, quien corre el riesgo de perder el brazo derecho. La mujer, Dominga Barreca (64), fue agredida en el pasillo de ingreso a su casa ubicada en Machaín 2688 (zona norte), donde vive con su hijo. Después de morder también brutalmente a otros dos perros un poco más pequeños, el animal, enfurecido fue trasladado al Instituto Municipal de Salud Animal (Imusa) donde quedará en observación por diez días. En principio, Barreca fue llevada por una ambulancia del Sistema Integrado de Emergencia Sanitaria (Sies) al policlínico Pami II, cercano al sitio del hecho, donde los médicos dijeron que su brazo había sido desgarrado con compromiso vascular, muscular y óseo. Debido a la gravedad de la lesión, más tarde fue derivada al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca), donde fue sometida a una operación que duró más de cinco horas. Allí, apenas fue observada por los profesionales, prácticamente nadie dudó de que su brazo corre el riesgo de ser amputado. No obstante, por el momento los especialistas lograron evitarlo, aunque el jefe de guardia, Jorge Falena, dijo que "existen grandes posibilidades de amputación porque la lesión es gravísima", más aún si se tiene en cuenta la infección que transmite la misma boca del animal. Si la mujer logra salvar el brazo, también tendrá serias secuelas. La paciente permanecía anoche estable en terapia intensiva con un by pass. El ataque del dogo, de unos 4 años, se produjo cuando su dueña intentó separarlo de otro perro al que ya había mordido. Es que, según el hijo de la mujer, este can solía saltar un tapial y acercarse demasiado al dogo que, al parecer, ayer estaba más agresivo que nunca. Los vecinos atribuyeron esta situación a que el animal estaba alzado. La hipótesis no fue descartada por el subdirector del Imusa, José Luis Priotto, quien de todos modos calificó a Aarón como "manso y aparentemente buenísimo". La policía aseguró que el dogo soltó a la mujer gracias a que un vecino le propinó un fierrazo. En efecto, en el ex Instituto Antirrábico le detectaron diversas heridas superficiales en el cráneo. Pero las andanzas de Aarón no terminaron allí. Apenas mordió a su dueña escapó a la calle y se encontró con otro animal mestizo de contextura mediana. También ese perro fue blanco de sus fauces y sufrió fractura de cadera, por lo que tuvo que ser asistido con suero y recibir suturas. "Estaba mascándolo", dijo una testigo absolutamente gráfica. Cuando ocurrieron los ataques, la dueña de Aarón se encontraba sola y sus gritos alertaron al vecindario, desde donde provino el llamado a la policía. Los efectivos del Comando Radioeléctrico montaron un amplio operativo y el personal del Imusa atrapó al perro, que fue introducido en un canil portátil. Ignacio, el hijo de la mujer herida, trató de justificar al animal y explicó que todo se debió a "un problema con los vecinos" que dejan en absoluta libertad a sus perros, por lo que incluso ingresan a otros domicilios. En la misma vivienda del dogo también habitan otras dos perras Ovejero Alemán y, según testigos, la mujer que podría sufrir la amputación del brazo es propietaria de otro dogo que no reside en esa casa. Mientras tanto, la mayoría de los habitantes del barrio no quiere que el animal en cuestión vuelva a la zona porque están atemorizados. De todos modos, Aarón tiene sus defensores. Una vecina, María, dijo que "era un perro tranquilo", aunque contó que en varias oportunidades se ha peleado con otros animales del barrio. A su juicio, Aarón no es de temer. "Yo le hablaba por la ventana y le decía «andá a llamar a la mami». El me contestaba. Era una persona (sic) más de la casa", sorprendió.
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