Independiente recibirá hoy en Avellaneda, a las 18.40, a Flamengo, en el turno de ida por los cuartos de final de la Copa Mercosur, la nueva ilusión del equipo de Avellaneda, aferrado a la esperanza de obtener uno de los pocos trofeos que todavía no adornan sus vitrinas. El desquite tendrá lugar la semana próxima, el miércoles 31, en Brasil. Al director técnico Enzo Trossero se le presenta un problema por la suspensión de Matías Vuoso, expulsado frente a Colo Colo, ya que otro de los delanteros, Andrés Silvera, no está inscripto en la Mercosur y a los demás atacantes que tiene a sus órdenes les falta experiencia. En consecuencia, aunque el equipo todavía no está confirmado, lo más probable parece ser que el entrenador se incline por jugar con un solo punta, Diego Forlán, con una formación de cinco volantes, el más adelantado de los cuales sería el uruguayo Víctor López, un esquema que ya utilizó en anteriores oportunidades, incluido el partido con Colo Colo, en que comenzó jugando Livio Prieto como enganche hasta lesionarse. Prieto presenta un desgarro en el aductor derecho, por lo que está descartado, y hay otro volante lesionado, Hernán Franco, que contra los chilenos entró en el segundo tiempo y cumplió con un buen trabajo, pero que difícilmente se cuente entre los titulares hoy, por una dolencia en la rodilla derecha (aunque se descartó que se trate de un síndrome meniscal). Flamengo, que ganó el grupo B con quince puntos sobre dieciocho posibles (sólo perdió 4-1 en su visita a Nacional), cumple, como contrapartida, una muy mala campaña en el torneo local, el llamado Brasileirao, en el que ocupa el vigésimo segundo puesto. El equipo que conduce el veterano y legendario Mario Zagallo presenta al zurdo yugoslavo Petkovic, de notable rendimiento en la primera fase, como su máxima estrella, y también se destaca el joven zaguero Juan, titular en el seleccionado en el último partido frente a Chile. Como antecedente histórico sobresales los enfrentamientos que Independiente y Flamengo protagonizaron por las finales de la Supercopa en 1995, oportunidad en que el equipo argentino, entonces conducido por Miguel Angel López, prevaleció por diferencia de gol, ya que ganó 2-0 en Avellaneda y perdió 1-0 en el Maracaná. (DyN)
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