Año CXXXIV
 Nº 49.278
Rosario,
martes  23 de
octubre de 2001
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Fue a concurso la constructora del aeropuerto y el distrito sur

La empresa constructora Pecam SA, una de las principales contratistas de obra pública de la ciudad, presentó ayer un pedido de convocatoria de acreedores en los tribunales rosarinos, con un pasivo de dos millones de dólares.
A través del concurso, que recayó en el juzgado civil y comercial Nº 11 a cargo de la jueza Delia Giles, los titulares de la firma buscan establecer "una coraza legal que les permita darle continuidad a la empresa", explicó Roberto Baravalle, del estudio Baravalle y Granados, que interviene como asesor de la firma en el proceso de crisis.
La empresa Pecam es una constructora que lleva muchos años de actividad en la ciudad y está abocada esencialmente a obras civiles e industriales.
Como contratista de obra pública actualmente está realizando trabajos para la provincia en el aeropuerto de Fisherton, al tiempo que para la Municipalidad está a cargo de la construcción del centro de distrito sur.
Por otra parte, intervino en obras locales como el Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias (Cema) -el ex monumento al pozo- y en el sector privado, entre otros, realizó trabajos para la firma de telefonía CTI Móvil.

Obras aseguradas
Los asesores legales aseguraron que pese a transitar por el concurso están asegurados tanto la fuerza laboral como los aspectos técnicos para garantizar la continuidad y finalización de las obras iniciadas. "La firma está en condiciones de cumplir totalmente con sus obligaciones a su cargo", explicó Baravalle. En cambio, "no puede hacer frente al alto pasivo que tiene a raíz de la cantidad de obras que fue tomando y por la falta de préstamos de parte del sistema financiero", aclaró el asesor legal.
La empresa desembocó en la crisis por efecto de la reducción de las contrataciones como consecuencia de la crisis recesiva del país y de la caída de la construcción en particular. Además, y por el mismo fenómeno, el retraso en los pagos de parte de los contratistas públicos y privados y las obligaciones contraídas ante los proveedores por la firma, crearon un apriete financiero muy difícil de remontar por parte de la compañía.


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