Plascar, una autopartista que proveía a la planta local de General Motors de paragolpes y molduras de plástico interiores y exteriores, clausuró sus actividades productivas en la región. Desde hace treinta días, los contratos de provisión a la automotriz fueron cedidos a las empresas Emplast, ubicada en el Gran Buenos Aires y L'Equipe de Córdoba, luego de que la firma asentada en la localidad de Alvear decidiera interrumpir su producción local. En las instalaciones ubicadas sobre la ruta AO-12 sólo se realizarán tareas de tipo logístico para abastecer just in time a la línea de montaje de General Motors. Así, la autopartista que desembarcó hace cuatro años de la mano de la automotriz con promesas de empleo para 200 personas quedó reducida a un depósito en el que cumplen tareas cinco personas, según aseguraron fuentes ligadas a la actividad.
Plascar es una autopartista originaria de Brasil, que en los últimos años ha tenido varios cambios de dueño, quedando ese nombre más como una marca que como una razón social.
En octubre de 1997, cuando las instalaciones se pusieron en marcha para abastecer a la General Motors estaba en manos del grupo inglés Dunlop. El responsable de la compañía en aquel momento, el brasileño David Da Silva, aseguraba que se incorporarían entre 150 y 200 personas a la fábrica local. Dunlop ya operaba en el país desde hacía 80 años y poseía una planta en Pilar, Buenos Aires, donde producían mangueras, correas y defensas de muelles.
Sin embargo, al poco tiempo la firma comprobó que no era rentable la producción local y transfirió la empresa al grupo norteamericano Textron, un proveedor a escala global de General Motors.
Hacia Brasil
Ahora, Textron se retira del país y concentrará su actividad en Brasil, pero no puede dejar de proveer a GM por sus compromisos a nivel mundial con la automotriz.
Lo que hizo entonces fue ceder los contratos a las empresas Emplast y L'Equipe de Buenos Aires y Córdoba respectivamente, una fabrica de piezas para interiores y otra para el exterior de los autos.
Consultado sobre la actividad actual en la instalación de Alvear, una fuente de la compañía indicó que "la producción para proveer a General Motors fue en gran parte tercerizada desde hace más de un año y medio", pero destacó que en Alvear se efectúan tareas de "montaje y secuenciamiento".
El directivo admitió que "el negocio no fue como se esperaba", pero aseguró que "las operaciones tienen continuidad con dos empresas, que ahora son ante GM los proveedores directos". Así, corroboró la cesión a Emplast y L'Equipe de la producción nacional.
La actividad en la instalación de Alvear permanecerá por dos razones: una es logística y obedece a la necesidad de proveer just in time a la línea de montaje de GM. La otra es que en el convenio de radicación de GM con el gobierno provincial se establecía que la automotriz debía "traer" a un número determinado de autopartistas, algo que está obligada a mantener.
A la hora de su radicación, Plascar fue beneficiada por la ley de promoción industrial de Santa Fe, según recordó un ex funcionario del área durante la gestión de Jorge Obeid. Hoy nadie supo precisar si mantiene ese beneficio, pese a que su actividad es mínima comparada con la proyectada hace cuatro años. En aquel momento, se habló de una inversión de cinco millones de dólares y en octubre de 1997 el ex presidente Carlos Menem realizó un acto que combinó campaña electoral con la colocación de la piedra basal de las obras.
Sin embargo, la recesión, la menor competitividad de los productos argentinos y una caída en la demanda de la General Motors hicieron poco rentable el negocio. La decisión de Textron de concentrar su actividad en Brasil tiene parentesco con la que ya tomaron unas veinte empresas argentinas del rubro que decidieron mudarse al país vecino.