La crisis en la que están cautivas las compañías de aviación comercial de todo el mundo, luego de los atentados en Nueva York, ya se hizo sentir en políticas de despidos y restricciones de la oferta internacional. El panorama negro se proyecta de una manera dramática en Europa y así lo reflejó Rod Eddington, director ejecutivo de British Airways, una de las mayores empresas del planeta. Eddington declaró ayer que espera la reducción de un importante número de empresas. "Creo que sólo quedarán tres grandes compañías de vuelos en toda Europa", vaticinó.
La caída de la demanda provocada por los ataques terroristas, sobre todo en el tráfico transatlántico, está llevando a las compañías estadounidenses a rebajar sus tarifas, lo que amenaza a sus competidoras europeas. Eddington planteó que la reducción llega tras la "horrenda crisis" por la que están pasando las compañías aéreas tras los atentados del pasado 11 de septiembre. Para el directivo, sólo quedarán en pie las tras grandes compañías europeas, Lufthansa, British Airways y Air France.
El máximo directivo de la empresa de navegación aérea inglesa también confirmó un acuerdo que vería a British Airways unirse a las compañías KLM y American Airlines, como posible solución a la crisis aérea.
"Estamos dialogando con KLM y otras compañías aéreas para tratar de unirnos y poder salir adelante", declaró Eddington, quien también dijo haberle pedido una ayuda especial al primer ministro inglés, Tony Blair, para que el gobierno se haga cargo de los costos adicionales por seguros y nuevos sistemas de seguridad.
British Airways redujo 7.000 puestos de trabajo desde los atentados a Estados Unidos y se espera que el número ascienda, tras la caída de pasajeros en sus vuelos transatlánticos, que le costó a la compañía más de 70 millones de dólares. La irlandesa Air Lingus despidió a 2.500 hace quince días y su perspectiva es el cierre.
"Sobreviviremos, pero tendremos que cambiar la manera que estábamos haciendo negocios y ajustarnos los cinturones. Ya hemos comenzado con este proceso, pero aún quedan más medidas por tomar", finalizó Eddington.
La Unión Europea (UE) ya había implementado una línea de ayuda hasta fin de año para que las aerolíneas de la comunidad afronten los sobrecostos en los seguros. Al mismo tiempo, la UE pretende renegociar en bloque con Estados Unidos el tráfico del Atlántico: la inspira el temor de que la ayuda dada por el gobierno estadounidense a las compañías de ese país tras los ataques, por unos 15 mil millones de dólares, aporte oxígeno a las compañías norteamericanas para que comiencen una nueva guerra de tarifas.La Comisión Europea reclamó a los 15 países miembros un mandato urgente para negociar con EEUU la creación de un área común transatlántica en el sector del transporte aéreo. La situación de alarma en el sector aéreo europeo es anterior a los atentados, pero la UE no quiere que las ayudas a las compañías estadounidenses dejen en inferioridad de condiciones a las del viejo continente.
La Comisión llamó la atención sobre los riesgos de fusiones de líneas de dos países europeos distintos: en esos casos los estados se arriesgan a perder los derechos de vuelo a EEUU, porque los estadounidenses sólo reconocen empresas nacionales, no compañías "europeas". Las tres mayores norteamericanas transportan en promedio anual, desde Europa, a unos 90 millones de pasajeros. Las europeas más grandes no superan los 30 o 40 millones. (Ansa-AP)
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