La amenaza de suspender los recorridos nocturnos y obligar a estudiantes y jubilados a pagar cada vez que suben a los colectivos no es nueva. Los integrantes de la Cámara Empresaria del Transporte Urbano de Pasajeros (Cetup), iniciaron una pulseada parecida el 27 de octubre del año pasado. Los tironeos por reclamos similares aflojaron un mes después, cuando el Concejo Municipal aprobó la creación del boleto ocasional a un peso. Pero las presiones no concluyeron hasta que en abril se fijó la tarifa a 65 centavos.
Tampoco es nueva la crítica situación financiera de las empresas. El Banco Central de la República Argentina informa a través de su página en Internet que la empresa Martín Fierro, de Agustín Bermúdez, tiene una deuda de 1.622.300 pesos; es decir, casi medio millón más que hace un año. Una situación similar se da con la firma Molino Blanco, cuyo titular es Nelso Manenti, presidente de la Cetup. Esta empresa debe 374.900 pesos a distintas entidades, algunas de las cuales consideran que el rojo ya es incobrable. El monto adeudado ahora supera en casi 125 mil pesos a la cifra que debía hace un año.
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La Ciudad
