Año CXXXIV
 Nº 49.276
Rosario,
lunes  22 de
octubre de 2001
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Una señal sobre la persistencia del ajuste

Isidoro Gilbert

El entonces ministro de Desarrollo Social Juan Pablo Cafiero cenó el viernes con Fernando de la Rúa y le dijo: "Así no puedo seguir". No le tiró la renuncia, pero las palabras del presidente fueron obvias: "Dame unos días, para cuando informe sobre los cambios". Por eso ayer, el ahora ex ministro blanqueó su situación, sin haber enviado por escrito la formalidad de la salida. Eso sí, no es, aún, el santo y seña para que todo lo que resta del Frepaso en la actual administración junte papeles y deje sus escritorios. El propio Juampi les dice a los sobrevivientes del Frepaso: "Lo mío no es un gesto político, yo pienso que puede gestionarse pero no me dan los medios".
No hubo sorpresas, pero para que se produzca la salida masiva, si es que el presidente no la precipita por más que le dijo a Cafiero que los quiere dentro de su gobierno, habrá que aguardar el documento que darán a conocer el miércoles Raúl Alfonsín y Darío Alessandro cuando el primero regrese del exterior. Se trataría de una propuesta programática sin destino. De hecho, una declaración de advertencia de diferenciación de la Alianza del gobierno, pero manteniéndose en el ámbito parlamentario. Es lo que le reclaman a su jefe los radicales no delarruistas. En todo caso, lo de Cafiero es una señal sobre la persistencia del ajuste y el color de las modificaciones ministeriales: los cambios vienen sin ningún alfonsinista perdido.
El Frepaso parlamentario está muy fraccionado. Es un puñado la línea que sigue junto a Alessandro y Rodolfo Rodil. El grueso, una docena, quiere "recuperar identidad", salir del bloque único. Podría constituirse un interbloque, pero el enojo del grueso con el Ejecutivo (y con el propio Alfonsín) los lleva al bloque independiente, con la pretensión de actuar de bisagra con el progresismo y la UCR. Los funcionarios frentistas consultados ayer por La Capital no niegan sus resignaciones a corto plazo, pero reclaman conocer qué proyecto tendrá su partido. Está preparándose el Congreso del Frente Grande para noviembre, donde Cafiero no desea un papel dirigente, dicen sus compañeros de línea interna. Quedaría liberado el camino para Aníbal Ibarra, con una situación particular en un distrito donde la buena relación con el alfonsinismo es clave.
Carlos Chacho Alvarez no regresará pronto a la actividad pública, pero sus referentes están a favor de la recreación del Frente Grande y del Frepaso, olvidando a la Alianza, y con los ojos sobre las legiones que votaron bajo protesta y en Elisa Carrió, una vez que ella misma ponga en claro su frente interno, es decir, cómo será su relación con el socialismo democrático.


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