China Zorrilla dijo que el origen de "Había una vez" es "bastante pintoresco" y con el cual se presentó en el Festival Grec de Barcelona y Tel Aviv. "Esto empezó hace dos años cuando (el periodista) Mario Mactas y Marcela Tinayre, que tiene una pequeña empresa productora, me dijeron: «¿Por qué no contás por televisión esas anécdotas tuyas de viajes que ya son un clásico en Buenos Aires?". Así surgió el programa "Noches Chinas", en el Canal de la Mujer. "Empiezo a contar cosas que me pasaron en mis viajes a lo largo de casi 80 años, que los cumplo dentro de pocos meses. Cosas inesperadas, por ejemplo, como las que me pasaron cuando viví en Nueva York cinco años y era maestra de un colegio de varones y de tarde era secretaria en una oficina de productores teatrales". "Yo no era la turista que va a Nueva York a ver el Empire State y después al Radio City a ver bailar a las rockettes -relató Zorrilla-. No. Iba a laburar. Era una ciudadana, que es una experiencia muy distinta a la del turista. También lo que me pasó viviendo en París, que alguien me sugiere que me haga invitar al Festival de Cannes. Yo les dije que no era periodista, que escribía para el diario El País porque el diario empezó a publicar los extractos de las cartas que le mandaba a mamá y papá y así empecé a escribir para el periódico. Terminé en el festival, invitada con toda la prensa europea, viendo el estreno mundial de «La dolce vita»". "Noches Chinas" tuvo cuarenta programas y en ese momento decidió que era suficiente: "No daba más porque estaba haciendo «Gasoleros» y grabando mi programa. Un día viene Juan María de Urquiza que saca espectáculos por el interior. Habíamos hecho cuatro años con el «Eva y Victoria» y el me propuso contarlo desde el escenario". Con "Había una vez" recorrió gran parte del sur argentino, un viaje que Zorrilla recuerda como algo pintoresco: "Yo que le tengo terror al avión, pero tampoco quería ir en auto, entonces le dije que quiero una excentricidad de diva de los años 20: quiero una casa rodante. Living comedor, baño, cocina y dormitorio y en esa casita rodante, bien calentita, con linda música, marché para al sur. Ahora... -reflexiona- hicimos todo al revés: fuimos en invierno al sur y en verano al norte".
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