Los comicios legislativos del domingo instalaron un nuevo presidenciable en la complicada interna que se avecina en el PJ: Eduardo Duhalde. "Lógicamente lo he visto", dijo Carlos Reutemann cuando se le preguntó si había advertido el repentino ascenso a los primeros planos partidarios del ex gobernador de Buenos Aires. Luego de su lacónica respuesta, el Lole volvió a refugiarse en territorio santafesino: "En principio, mi prioridad es mantenernos en la posición en que estamos dentro de la provincia. Ese es mi compromiso, tal cual lo dije en mi campaña a gobernador en 1999 cuando alguien también sugirió que hubiera podido intentar en ese mismo año ir a una interna nacional en el PJ". "Yo dije -insistió- que mi prioridad es la provincia. Hoy lo sigue siendo, y además sostengo que el país está viviendo enormes dificultades que se tienen que solucionar. Lo que se vislumbra hoy pensando en los próximos candidatos evidentemente no quiero ni mencionar, porque me parece que si Argentina sigue en esta tendencia de inconvenientes crecientes, el 2003 se nos va a hacer eterno a todos". Consciente de la bronca de la gente, cuya máxima expresión se dio en Santa Fe con el explosivo índice del voto protesta (40%), el gobernador quiso ponerle paños fríos a un tema que, por ahora, aparece como inoportuno: "Me da la impresión de que la carrera presidencial comenzará a desgranarse a principios del año que viene". A pesar de su mesura, no dejó pasar la oportunidad para deslizar que "si bien es cierto que aparece una nueva estrella en el PJ, tampoco hay que olvidarse que hubo triunfos importantes de muchos gobernadores peronistas". Reutemann tomó distancia de un tema que no puede obviar cuando habla con la prensa destacando que el país tiene cosas más urgentes por las que preocuparse. "Lo prioritario -reiteró- es ver si mañana la Argentina se despega de la situación que hoy tiene". El gobernador desestimó luego la conveniencia de lanzar en Santa Fe un bono provincial. "No lo tenemos pensado", dijo, pero aceptó que "algunas personas aplauden el hecho de que ciertas provincias hayan inventado una tercera moneda (además del peso y el dólar) porque inyectan circulante al mercado y se mueve la economía". "Soy partidario de que el ideal es la moneda de curso legal, que se pueda tocar y verificar si no es falsa", destacó.
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