Washington. - Mientras sigue creciendo en EEUU el temor a una guerra bacteriológica, las autoridades cerraron ayer el acceso a toda una sección de un edificio de oficinas del Senado, y se disponían a examinar y atender a cientos de personas que podrían haber estado expuestas al ántrax, luego que se confirmó la existencia de esa bacteria en un sobre dirigido al líder demócrata, Tom Daschle. El director del FBI, Robert Mueller, cuya agencia investiga los hechos, dijo que parece haber un vínculo entre la carta abierta el lunes en la oficina de Daschle y la enviada a una empleada de la cadena televisiva NBC en Nueva York la semana pasada. Ambos tenían un matasellos de Trenton, Nueva Jersey, contenían marcas similares y un mensaje de amenaza y alabanzas a Alá, dijeron algunos asistentes a una sesión informativa que las autoridades ofrecieron a los senadores. La fuente pidió permanecer en el anonimato.
Sin pruebas contundentes
La Casa Blanca sospecha que detrás de las cartas con ántrax que llegaron a EEUU está la mano del terrorista Osama Bin Laden, aunque admiten que no tienen pruebas para hacer la acusación formal. "No me sorprendería en él, pero no tenemos pruebas contundentes", declaró el presidente George W. Bush en la Casa Blanca. Por su parte, el portavoz del gobierno Ari Fleischer dijo que "el gobierno está estudiando todos los indicios; el ántrax es muy raro y tener estos casos todos juntos genera mucha preocupación", señaló el portavoz. Fleischer subrayó que "la administración de Bush sospecha la posibilidad de una participación extranjera, pero todavía no hay pruebas concretas para hablar de eso".
En una rueda de prensa, el director del FBI, afirmó que varias de las cartas recibidas en distintos puntos del país tenían similitudes en la escritura y mensajes, por lo que la hipótesis de un envío masivo de cartas cobra fuerza. Aún así, y tras haber calificado los envíos como actos de terrorismo, el FBI no tiene todavía evidencias de que los envíos tengan relación con los atentados del 11 de septiembre. Mueller dijo que la carta que llegó a la sede de la cadena de televisión NBC en el Rockefeller Center de Nueva York y la recibida en la oficina del líder demócrata del Congreso, Tom Daschle. Mueller tenían similitudes en la letra escrita a mano y también que los matasellos eran similares.
Mientras, la alarma se dispara en EEUU tras descubrirse dos nuevos casos de infección. Uno de los enfermos, que ha desarrollado la fase más grave del mal, es uno de los empleados del centro de American Media Inc, en Florida, donde se produjo la primera muerte. Además, en Nueva York, resultó infectado un bebé de pocos meses tras haber visitado las instalaciones de la cadena de televisión ABC. Estos dos nuevos casos se confirman después de que este lunes el líder demócrata del Senado, Tom Daschle, recibiera una carta en la que se detectó la bacteria.
Caso grave en Florida
Las autoridades sanitarias de Florida informaron ayer que la condición del segundo empleado de la editorial American Media infectado decayó ayer tras practicársele un procedimiento quirúrgico, pero los doctores que lo atienden insisten en que mantiene buenas probabilidades de recuperarse. Ernesto Blanco, de 73 años, el empleado del departamento de correos de la editorial, inhaló directamente el ántrax, informaron las autoridades que investigan el brote de la extraña enfermedad en Boca Raton, al norte de Miami. Una de las personas que trabajaba en el mismo edificio, el editor fotográfico Robert Stevens, falleció el 5 de octubre por inhalación de ántrax.
En cuanto al niño infectado, se trata de un bebé de siete meses hijo de un empleado de la cadena de televisión ABC. El pequeño se recupera según los partes médicos. (AP y Ansa)
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