Moscú. - El gobierno estadounidense sospecha que algunos científicos de la ex Unión Soviética que trabajaban en el cultivo de gérmenes letales ayudaron o seguirían apoyando a los regímenes que desarrollan armas biológicas. En 1972, Moscú se adhirió a la convención para prohibir las armas biológicas. Los funcionarios rusos admitieron después que el país violó el tratado durante 20 años, hasta abril de 1992, cuando el entonces presidente Boris Yeltsin firmó un decreto que prometía cumplir con el convenio.
Algunas investigaciones han continuado de manera clandestina durante los últimos años, bajo el disfraz de programas de defensa, dijo Ken Alibek, quien desertó y se refugió en EEUU en 1992, tras fungir como subjefe del gran proyecto Biopreparat, vinculado con el armamento biológico. El programa soviético y luego ruso de guerra biológica era tan vasto que empleaba a unas 70.000 personas cuando fue cancelado. Entre sus logros figuró el desarrollo de un tipo de ántrax supuestamente resistente a los antibióticos.
El ex líder soviético Mijail Gorbachov, entrevistado el lunes por la cadena CNN, dijo que Rusia está fuera del negocio de las armas biológicas. Cuando era gobernada por Gorbachov, antes de colapsar, la Unión Soviética tenía instalaciones en Sergiev Posad y Obolensk, cerca de Moscú; en San Petersburgo; en Kirov, Rusia central; en Yekaterinburgo, en los Urales; en Aralsk y Stepnogorsk, Kazajistán, y un sitio de pruebas en la isla del mar Aral, que tenía el nombre de Vozrozhdeniye (Resurrección), de acuerdo con los funcionarios rusos. La atención se enfoca ahora en Kazajistán, donde un equipo militar estadounidense que ayuda en el desmantelamiento de una fábrica ex soviética de armas biológicas en Stepnogorsk, encontró la semana pasada esporas en una pipeta, informaron funcionarios de los departamentos norteamericanos de Defensa y Estado.
Esa planta fue construida a partir de 1982, para reemplazar a otra fábrica soviética en Yekaterinburgo, que emitió accidentalmente esporas de ántrax en 1979, matando a unas 70 personas. Yeltsin, quien era entonces el jefe del Partido Comunista en la ciudad, conocida entonces como Sverdlovsk, ha dicho que nunca supo en ese tiempo de la instalación, que habría estado encubierta por la KGB.
El biólogo Alexei Yablokov, ex perito del Consejo de Seguridad ruso, afirmó que los responsables de los ataques con ántrax en EEUU, podrían haber utilizado bacilos de carbunco provenientes de ex laboratorios militares soviéticos de Asia central. Pero, por el contrario, Yablokov excluyó que los bacilos implicados en un ataque bioterrorista contra EEUU puedan provenir de Rusia. (Ansa y Télam)
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