En lo que respecta al partido de ayer ante Universidad de Chile, River cumplió con lo suyo. En un encuentro sin equivalencias, los millonarios manejaron a gusto la contienda ante los chilenos y lograron sacar una diferencia de tres goles. Los tantos fueron convertidos por Yepes, en dos ocasiones, y Damián Alvarez en el último minuto del complemento. Si bien la victoria se consolidó en la segunda parte, cuando Yepes llegó para empujar la pelota casi en la misma boca del arco y rematar a la red lo que no pudo hacer su compañero Ortega, el pleito estaba resuelto bastante tiempo antes. Después del 2 a 0, el poco ritmo que tenía el juego se cayó definitivamente. Porque River se conformó con mantener la diferencia -que pudo haber aumentado antes, a través de Ortega, Ricardo Rojas o el ingresado Víctor Zapata- y porque los conducidos por César Vaccia no exhibieron la suficiente profundidad para inquietar a Angel David Comizzo. Tan sólo un grosero error podía garantizar que se alterara el resultado. Y el arquero Herrera se equivocó feo en una salida, sobre los 44' -quiso habilitar a su compañero Waldo Ponce y dejó corta la entrega-, que el ingresado Damián Alvarez puso las cifras definitivas. Lo que siguió después fueron sólo alternativas en el arco chileno que la impericia de los delanteros del equipo de Ramón Díaz no permitió que el resultado fuera mayor. River Plate cumplió con su cometido. Ganó y ahora deberá confiar en otros equipos para acceder como uno de los mejores segundos de todos los grupos a la segunda fase de la Copa Mercosur. (Télam)
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