La entrada en convocatoria de acreedores del Correo Argentino, la empresa estatal privatizada, con un pasivo de 750 millones de dólares, puso en el centro de la escena al negocio postal. Mientras se profundiza la crisis entre la familia Macri, que lidera el grupo concesionario, y el gobierno nacional, el Correo acusó a algunas de sus competidoras nucleadas en la Cámara Argentina de Correos Privados de intentar "aprovecharse" de esta situación con fines "puramente comerciales".
Desde Andreani, una de las empresas más reconocidas del rubro nacida en Casilda, aseguran que el futuro del sector depende en gran parte de la constitución de un marco regulatorio para la actividad -algo que en rigor reclaman la mayoría de las empresas postales- y de cómo se expida la Justicia en torno a la crisis del Correo Argentino. Por lo pronto, adelantaron que están dispuestos a ser de la partida si llega a darse una nueva licitación.
"Estamos muy atentos a la respuesta jurídica que va a merecer el caso de Correo Argentino, nos gustaría que se demuestre equidad en las decisiones para que aquellos que nos presentamos oportunamente a la licitación y no ganamos nos sintamos un poco mejor", señaló en diálogo con La Capital el gerente general de Andreani, José Manuel Panno.
De todos modos, desde Andreani aseguran que no harán ningún tipo de reclamo judicial. "Nos gusta jugar cuando estamos en la cancha, y la verdad es que somos competitivos y estamos en condiciones de brindar el servicio que nos soliciten, por eso, en todo caso volveremos a licitar por el manejo del Correo Argentino", explica convencido de que habrá una segunda oportunidad.
Respecto a la presentación en convocatoria de la compañía postal que conduce el grupo Socma, Panno señaló que este hecho debe obligar a los funcionarios nacionales y a los empresarios a reflexionar sobre la situación del sector y sobre las privatizaciones que se han sucedido en la Argentina de los 90. "Lo primero que hay que destacar es que existe un compromiso que asumió el concesionario en el momento de ganar que no se cumplió y lo mismo ocurrió de parte del Estado", dijo.
El ejecutivo de Andreani puso el acento en la necesidad de que se instituya un marco regulatorio en forma "urgente" que establezca reglas claras para quien esté a cargo de la concesión del correo de bandera. Este marco regulatorio "debe estar listo lo antes posible, sobre todo si se llama a una nueva licitación", apuntó.
Andreani está "en condiciones y dispuesta" a presentarse en una futura convocatoria por una segunda vuelta en la licitación del correo, una posibilidad que el gobierno nacional baraja para el caso que la compañía de los Macri termine en una quiebra.
Andreani no integra la Cámara de Correos Privados, que emitió solicitadas en los medios de comunicación y envió notas a distintos municipios del país ofreciendo sus servicios a precios reducidos alegando la extinción del correo de bandera. Al respecto, Panno señaló: "Creemos que mientras la Justicia está definiendo cosas de importancia no es prudente emitir juicios de esa naturaleza. No nos parece razonable querer sacar partido de esta situación", comentó.
Un llamado de atención
El directivo también planteó que es necesario mejorar los procesos de selección en las licitaciones del Estado. "Quedan muy pocas joyas de la abuela, es cierto, pero está claro que el proceso, en este y otros casos no fueron del todo feliz. Si el grupo Macri, con su idoneidad y trayectoria demostradas no pudo cumplir con el canon al sexto mes de operaciones en el Correo Argentino es porque algo no funcionó, algo no estuvo previsto". Panno aseguró que si el gobierno nacional y el grupo Socma se hubiesen sentado a discutir seriamente un marco regulatorio y reglas sólidas sobre las cuales sostener la actividad a desarrollar, "esto no hubiese sucedido".
Agregó que en el marco de la crisis recesiva que vive el país y frente a la proliferación de empresas pequeñas que ofrecen servicios postales, el trabajo en el rubro se hace muy complejo y sobre todo "injusto y asimétrico para quienes cumplimos con las reglas".
"Hoy cualquiera que le paga a cuatro motoqueros para que repartan cosas se convierte en un correo", se quejó. En rigor, esta crítica es compartida por todas las empresas que legalmente operan en el país. "Los datos que manejamos nos dicen que el 30% del mercado está en mano de correos que trabajan ilegalmente. Hay 260 empresas que se manejan en forma irregular, que no cumplen con la reglamentación aunque estén reconocidas, y otras 300 que no están registradas", dice, y explica que esa realidad atenta contra quienes trabajan en el sector con "todas las reglas".
"Nosotros damos empleo a 1.200 personas, tenemos unas 600 sucursales en todo el país y llegamos a los lugares más remotos. Sostener esta estructura cuesta mucho y si encima uno pelea de manera desigual con empresas ilegales, el panorama no es fácil", reflexionó.
El gerente de Andreani confió, de todos modos, en que "a partir de la ley de déficit cero muchas cosas que se hacían mal en Argentina se dejarán de hacer porque ya no habrá tanto margen para errores" y bregó porque "se tomen las medidas necesarias para que en el sector postal se pueda competir con reglas parejas para todos".
F.O.K.
La Ciudad
