En el principio todo debió ser así: piedras, verdes eternos y caminos. Después llegó el hombre, con sus paisajes de silencio y su mirada perdida en el horizonte. El Valle de Traslasierra, al oeste de Córdoba, ofrece los dos paisajes; los hombres que habitan entre las sierras y les dan un tono de refugio elegido, y el verde de las montañas roto por las nubes, los cóndores y el silencio que se desprende de las laderas. El clima, seco, cálido y con temperaturas que oscilan entre los 12 y los 30 grados, permite disfrutar todo el año de las actividades de montaña a un precio más que accesible. En la quebrada de San Lorenzo, al noroeste del valle, el trekking y las cabalgatas entre el monte son paseos obligados. El valle suma un rumbo nuevo y permite conocer la tierra de los comechingones -primeros aborígenes de la zona-. También, escalar las sierras y hacer rappel en murallones naturales de unos 40 metros de alto son aventuras donde rige el vértigo. Roberto, el guía que armó el circuito, no guardará ningún secreto de plantas medicinales. Los hostales de Nono ofrecen excelentes mesas y si el viajero lo quiere son ideales para el descanso, pero si no, el día puede estar cubierto de actividades. En Los Hornillos existe un rincón único, el complejo Mis Montañas, una vista que asemeja el sur argentino y en la cual Inge von Ledebur será una guía de sabores y hospitalidad. El sur depara sorpresas, el museo del libro, la producción de deliciosos aceites de oliva en los establecimientos artesanales, y poder ver, mientras se trabaja el hierro, la plata y el cobre, cómo se forja una pieza artesanal. Mina Clavero y Cura Brochero son los pueblos menos vírgenes, si el viajero quiere recordar sus días antes de llegar a este oásis, puede hacerlo en estos lugares, donde lo esperan restaurantes, juegos para chicos y buenos hoteles. Un tema aparte son los dulces, de todos los sabores y de lo más extraños, Carolina Cavagnaro y Adriana Asís serán las encargadas de mostrar las bellezas del valle a descubrir, sus atardeceres fucsias y los cerros pintados que rodean la región. Pero a no desesperar si el lento paso del tiempo asusta.
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