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No todas son pálidas

Rosario espera ansiosa ver concretados sus desvelos. Cuatro ítems ya adquirieron el derecho de ser una realidad en el corto plazo. Su puerto aguarda el final feliz de la concesión al puerto de Tarragona, para unir el Mercado Común Europeo con nuestra ciudad, sede inmejorable del Mercosur. Si hasta tenemos el edificio ideal para que los países que lo integran puedan centralizar sus oficinas en la histórica Jefatura de Policía, donde sólo falta refaccionar y reparar lo necesario. La ubicación es excepcional. El otro ítem es el casino, su sede obligada sería el palacio de la Aduana que puede albergar las salas de juegos, confiterías, sala auditorio, oficinas y todo lo relacionado con su mantenimiento. ¿Qué falta para cristalizar esta realidad? Luces, muchas luces y alfombras rojas por todo el edificio. Quedan dos ítems que están llegando a su culminación: el puente Rosario- Victoria y el Aeropuerto Internacional de Rosario. A las obras del primero lo visité el domingo 23 de septiembre, es maravilloso. Queda aclarado que para Rosario no todas son pálidas.
Gerónimo Martos