Juan Miceli repite su frase favorita: "La nota tiene vida propia", y después se ríe con ganas. María Laura Santillán no se queda atrás. Su risa es franca y contagiosa, desnuda un lado de su personalidad que raramente aparece en la pantalla. El humor es un código interno del equipo de "Telenoche investiga", pero no el único. Llegar a la verdad también los desvela. La experiencia que el grupo adquirió en del ciclo anterior resultó aleccionadora, no sólo para mejorar el trabajo sino también para aprender a lidiar con el éxito. Al respecto, Miceli admitió: "En televisión cuando una propuesta es aceptada no se le hacen grandes modificaciones, como en el fútbol, equipo que gana no se toca. Aunque en verdad hay que destacar que este programa tiene muchas novedades, muchas secciones que se agregan". Miceli está convencido que "Telenoche investiga" encontró una forma para hacer televisivo un género periodístico que "a priori" no parece serlo. "El equipo encontró una fórmula para contar las cosas que el público la recibe muy bien -dijo-, incluso cuando mostramos papeles o documentos probatorios, que como todo el mundo sabe es algo bastante farragoso cuando se hace en televisión". El éxito del programa reside en que logra hacer entretenida y atractiva para el gran público la información. "El programa parte de escribirlo todo, tal cual como en la gráfica, y después lo llevamos a la imagen -explicó-. Y la gente destaca del programa que entendió la historia. La clave está en el guión". Miceli se formó en el periodismo gráfico y reconoce que tuvo que hacer una reconversión al lenguaje televisivo. "En televisión tenés producidas diez notas de quince minutos cada una y de eso vas a mostrar como máximo con el cinco por ciento -afirmó-. Hay que sintetizar para que esa historia nueva que estás contando, que además no pertenece a la actualidad, le llegue a toda la gente. Hay otros programas que hacen tres reportajes y los pegan. Nosotros no". El conductor no cree que la corrupción que denuncia "Telenoche investiga" sea patrimonio de los tiempos que corren. "Del Imperio Romano para acá siempre hubo corrupción. Los argentinos estamos muy metidos en lo nuestro y tendemos a pensar que somos los mejores en el fútbol y también los más corruptos, pero no es así, corrupción hubo siempre y probablemente siempre habrá". Miceli, no obstante, reconoció que en el país estilo propio de entender la corrupción. "Los argentinos que roban suelen mostrar de un modo obsceno lo que han acumulado y lo hacen hasta con un cierto orgullo -añadió-. Esa condición, que distingue a los corruptos de la Argentina, hace, de alguna manera, más fácil nuestro trabajo. Su orgullo hace que disfruten al contar sus delitos, eso nos da una chance para poder sorprenderlos". En relación a otras propuestas de periodismo de investigación en televisión que surgieron en el último año, el periodista comentó: "Nosotros vamos totalmente por afuera de la actualidad, en cambio ellos trabajan mucho con ella. Nuestro cometido en todo caso es llevar temas a las agendas de los medios y no al revés". Finalmente, reconoció que, a pesar de tener una larga experiencia en la investigación periodística, la realidad no deja de sorprenderlo. "Los casos que vimos este año son impresionantes -reveló-. Son muy fuertes, tanto que si sos periodista no podés menos que involucrarte. Te empujan a ir a fondo que es lo más riesgoso y también lo más apasionante".
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