El presidente Fernando de la Rúa y su par de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, reafirmaron ayer su pleno respaldo al Mercosur y restaron importancia a las últimas disputas que surgieron en el bloque comercial a raíz de las sucesivas devaluaciones del real y las consecuentes compensaciones argentinas a su comercio exterior.
La ratificación de la continuidad del bloque comercial surgió luego de la reunión que ambos mandatarios mantuvieron ayer en Brasilia. El encuentro abrió la puerta para que los ministros y cancilleres de ambos países se sienten a discutir hoy durante una reunión que se realizará en San Pablo las instancias que podrían solucionar las continuas divergencias comerciales entre ambos países, que pusieron en riesgo al Mercosur.
Luego de la reunión, De la Rúa y Cardoso coincidieron en la necesidad de buscar "salidas imaginativas" que saquen al Mercosur de problemas que el mandatario brasileño consideró "coyunturales".
"A ninguno de nosotros nos puede ir bien individualmente. Debe irnos bien a los dos y a todos los integrantes del Mercosur", planteó Cardoso y agregó que "nadie retrocedió ni cedió nada en esta conversación de amigos".
Por su parte, De la Rúa puntualizó la necesidad de "despejar dudas acerca de nuestra voluntad común de estar juntos".
"Hemos roto el protocolo, vine como amigo del presidente y antes lo comuniqué a todos los demás presidentes del Mercosur", acotó el mandatario argentino.
Las últimas tensiones en el bloque surgieron a raíz de las declaraciones del ministro de Economía, Domingo Cavallo, quien criticó las sucesivas devaluaciones de la moneda brasileña. Por su parte, Brasil amenazó con llevar a la Argentina a la Organización Mundial del Comercio (OMC) por la imposición de aranceles antidumping al pollo brasileño.
De la Rúa insistió en que "los problemas del Mercosur se resuelven con más Mercosur, con más integración, cuando lleguemos a una moneda común, cuando nuestras fronteras se abran más a la participación de nuestros países". En el mismo sentido, Cardoso reconoció que Mercosur ha enfrentado dificultades agravadas por la desaceleración económica mundial y los problemas coyunturales de sus miembros, en particular la recesión en Argentina.
El arancel quedó afuera de la agenda
Los dos presidentes se ocuparon de negar expresamente que hayan evaluado la posibilidad de modificar el Arancel Externo Común (AEC) del bloque, una medida que grava las compras del Mercosur a los países extrazona y que es fuertemente resistida por los industriales argentinos.
Hace pocos días y en el marco de las disputas interbloque, los empresarios nacionales solicitaron la suspensión temporaria del AEC, que fue implantado en 1995 y que, en promedio, grava con una tarifa del 13,5% a las importaciones provenientes de países extra Mercosur. Aunque en un primer momento algún funcionario brasileño recoció ese guante, luego los dos países se pusieron de acuerdo, porque sin ese instrumento el Mercosur quedaría reducido a una simple zona de libre comercio y no podría negociar acuerdos como bloque con EEUU o la Unión Europea.
Aunque el encuentro fue enmarcado como una cumbre entre ambos mandatarios para limar asperezas después la crisis que vivió en las últimas semanas el bloque, la prensa brasileña sostuvo que De la Rúa fue a Brasil a buscar apoyo al paquete de medidas que lanzará próximamente.
Los principales periódicos brasileños transmitieron ayer que Brasil no aceptará el reclamo argentino de compensaciones por la devaluación del real. "Brasil adoptó el régimen de cambio fluctuante. El régimen de cambio de la Argentina es una cuestión del gobierno argentino", dijo el canciller Celso Lafer.
El titular de Itamaratí recordó que "a pesar del cambio, la Argentina viene registrando superávit comercial en el comercio bilateral. En el primer semestre de este año, las exportaciones brasileñas para Argentina cayeron más de 30% en relación al mismo período de 2000".
Hoy los ministros de ambos países del Mercosur se reunirán para tratar los temas comerciales y de convergencia macroeconómica del bloque. La delegación argentina está compuesta por el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, y los ministros de Economía, Domingo Cavallo, y Relaciones Exteriores, Adalberto Rodríguez Giavarini.