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Votos nulos

Se ha desatado una campaña, a toda orquesta y en todo el país, instando al voto "nulo". Detrás de ello hay gente que actúa de buena fe, atenta al descreimiento y descrédito de la clase política, pero también hay otros, obrando de mala fe y con intenciones solapadas. Debemos dejar en claro que, los que van a votar a "nulos" les hacen, en cierta medida, el "caldo gordo" a los extremismos, tanto sean de derecha como de izquierda, y todos sabemos las secuelas que ambos dejaron en nuestro país: muertes, desapariciones, secuestros, terrorismo, inseguridad, temores. En toda elección, los extremismos
-como tienen el repudio de la inmensa mayoría del pueblo- largan siempre desde las últimas filas y con escasas posibilidades de triunfo, ello comparable a los autos Minardi en la Fórmula 1: parten del último puesto, en carrera no pasan a nadie, pero especulando con el abandono de los que les preceden, pueden escalar posiciones y eventualmente rasguñar algún puesto honorable. Los extremistas apuestan a algo similar: como todos ellos votan y no precisamente a "nulos", y los de arriba malgastan sus votos, ello les permite posicionar por vía de descarte a sus candidatos. Analizando la cartelera de aspirantes a cargos que se nos presenta creo que, entre tantos, algo rescatable podemos seleccionar: existe gente honesta, proba, capaz. Es cuestión de investigar, encontrarlos y darles nuestro voto. Ellos quizás, como no tienen "lata" donde poner la mano y extraer dineros para una digna campaña preelectoral, quedan sumidos en la oscuridad, marginados, ignorados por la masa electoral. Votando en positivo, y hacia los candidatos que se ganen nuestro respeto, estaremos dejando a un costado a aquellos señores que caminan el país, no con el texto de la Constitución entre sus manos, sino con las armas que nos pueden llevar a un pasado, por casi todos detestados.
Sergio Sempremni