Año CXXXIV
 Nº 49.264
Rosario,
martes  09 de
octubre de 2001
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Enrique Gozategui no puede afrontar los costos para mantener su empresa
Un inundado cañadense ayunará en reclamo de obras y asistencia a pymes
Un industrial cuya fábrica de muebles fue devastada por el desastre de noviembre pide más apoyo estatal

Walter Gasparetti

Cañada de Gómez. - Un pequeño industrial mueblero, cuyo establecimiento fue severamente afectado por la inundación de noviembre del año pasado, realizará una huelga de hambre por 72 horas en repudio a la no concreción de nuevas obras de hidráulica para impedir la posibilidad de un nuevo desborde del arroyo Cañada de Gómez. En ese marco argumentó estar molesto por la forma en que se distribuyeron los tres millones de pesos entregados por la provincia y la Nación.
El industrial Enrique Gozategui iniciará la protesta hoy, un día después de su cumpleaños. El motivo principal radica en la falta de apoyo recibido de las autoridades provinciales y locales para la recuperación de su fuente de trabajo que, en rigor, quedó desmantelada por el meteoro. Actualmente alquila un inmueble para seguir trabajando.
"Ya no puedo mantener más a mis cuatro empleados y pagar un alquiler para fabricar unos pocos muebles. Estamos vendiendo bien en Córdoba, pero no podemos sobrellevar más esta situación de endeudamiento constante", dijo el industrial.
La fábrica de Gozategui, ubicada en Rawson al 700, quedó reducida a escombros y las máquinas que estaban en su interior están inutilizadas y atrapadas por las ruinas. La empresa no sólo es una fuente de trabajo para su familia sino además para otras, entre los que están sus hijos y nietos.
La pyme en cuestión no fue la única damnificada por la inundación del pasado 22 de noviembre. Cerca de un centenar de fábricas y comercios también padecieron drásticamente los efectos del trágico desborde. Muchas de estas empresas no pudieron reabrir por las grandes pérdidas registradas.
La queja del empresario es efectuada en un momento en el que la Intendencia de Amílcar Abate pretende implementar un plan estratégico para el futuro desarrollo de Cañada de Gómez, que creció en forma desordenada fruto de la escasa ingerencia del Estado en materia de planificación.

Una mínima parte
La principal molestia del empresario se debe a que Cañada de Gómez recibió tres millones de pesos para distribuir entre los inundados y su fábrica sólo percibió 2.500. "¿Qué podría haber hecho con tan poco dinero?", se preguntó el industrial, y aseveró que su fábrica "no recibió otro tipo de asistencia".
"Ahora tengo un desfasaje de mil pesos diarios a raíz del alquiler mensual que tengo que pagar. Vengo soportando esto desde hace cuatro meses", describió Gozategui, quien estimó que el inminente viaje a Córdoba que está programando para entregar mercadería "podría ser el último".
El hombre iniciará la protesta por la falta de atención que merecieron las obras de hidráulica realizadas en el arroyo Cañada de Gómez como el verdadero causante del desastre, y también al "inexistente apoyo" que recibió su empresa tras un año de ocurrido el meteoro que dejó de tres víctimas fatales.
El industrial también se mostró disconforme con los actuales funcionarios y autoridades que, de cara a las elecciones del domingo, comenzaron a entregar subsidios para pequeños emprendimientos. "Ahora -remarcó- hacen anuncios de incubadoras de empresas cuando también deberían haber ayudado a las ya formadas".
"Es una injusticia que el municipio haya retirado 100 mil pesos por los trabajos realizados. Ese fue un dinero que debería haber ido a los inundados y fundamentalmente a la producción", opinó Gozategui.



La inundación de noviembre arrasó la fabrica de muebles.
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