Tres detenidos, unos 25.000 atados de cigarrillos secuestrados, una avioneta y tres vehículos incautados, fue el saldo de un megaoperativo desarrollado la tarde de ayer por efectivos de la Unidad Regional I de policía en un campo ubicado a unos 40 kilómetros al noroeste de la ciudad de Santa Fe. En el lugar funcionaba una pista clandestina de aterrizaje desde la cual operaba una banda internacional de contrabandistas apoyada en modernos equipos de telecomunicaciones. Durante el procedimiento hubo un fuerte intercambio de disparos y anoche los investigadores buscaban al menos a otras cuatro personas que escaparon de la policía.
Todo ocurrió la tarde de ayer cuando las tareas investigativas de la policía santafesina dieron sus frutos. "Hace aproximadamente un mes recibimos el dato acerca del funcionamiento de esta pista clandestina y empezamos a trabajar. Sabíamos que desde aquí operaban avionetas mediante las cuales se contrabandeaban importantes cantidades de cigarrillos traídos desde Paraguay", sostuvo el comisario general Alberto Ferrero, titular de la Unidad Regional I de policía, quien anoche dialogó con La Capital mientras comandaba las operaciones en el mismo lugar de los hechos.
Ese sitio, según voceros de la investigación, se encuentra recostado sobre el río Salado, a unos dos mil metros al norte del kilómetro 23 de la ruta provincial número 4 que une la ciudad de Nelson con el noroeste provincial, en jurisdicción de la localidad de Manucho, tierra natal del gobernador Carlos Reutemann.
Allí, según comentó a este diario Juan Trento, periodista de LT10 Radio Universidad de Santa Fe destacado en el lugar, "se levanta el casco abandonado de una estancia que los contrabandistas habían refaccionado dándole carácter habitable. Detrás de esa construcción estaba montada la pista de aterrizaje, que tiene unos 1.500 metros de extensión por unos 12 metros de ancho".
El operativo
Poco después del mediodía de ayer, más de 100 efectivos policiales al mando del comisario Ferrero tomaron posiciones en torno a la pista con la finalidad de comprobar los últimos datos que habían recibido. A media tarde, una avioneta cargada con mercadería de contrabando debía aterrizar en el lugar. Así las cosas, la nave hizo su aparición en el cielo minutos después de las 16 y el procedimiento se puso en marcha.
Junto a la pista esperaban al menos cuatro hombres -relataron los voceros- que iban a transbordar la mercadería a tres vehículos estacionados en el lugar.
En el momento en que la avioneta terminó con las maniobras de aterrizaje, el centenar de policías presentes intentó rodearla. Sin embargo, desde el interior de la nave sus ocupantes abrieron fuego y se generó un enfrentamiento que se extendió por varios minutos y en el cual nadie fue herido. El hecho fue aprovechado por los hombres que estaban en tierra para huir del cerco policial corriendo a campo traviesa y anoche eran buscados intensamente en distintas poblaciones.
Con la avioneta averiada y totalmente cercada, la policía logró apresar a sus tres ocupantes, de los cuales sólo se supo que son argentinos y mayores de edad. "Dos son de la ciudad de Santa Fe y el tercero de la ciudad bonaerense de Avellaneda", expresó uno de los investigadores.
En tanto, dentro de la aeronave "se hallaron 2.500 cartones de distintas marcas de cigarrillos que eran traídos ilegalmente desde Paraguay y un revólver calibre 38", manifestó la fuente.
Acerca de la aeronave, los voceros dijeron que es un bimotor turbohélice Cessna 310 II, con matrícula paraguaya ZP-TLQ. "Además, en el timón tenía pintada una bandera paraguaya que ayudó a su rápida identificación", dijo el vocero que habló con este diario.
Acerca de los vehículos secuestrados, se supo que son una Renault Trafic, un Fiat 147 y un Ford Falcon "que eran utilizados por los contrabandistas para trasladar la mercadería desde el campo hasta la ciudad de Santa Fe, donde tenían su centro de distribución", explicaron. En el marco del operativo, los agentes también secuestraron un moderno equipo de comunicaciones que la banda tenía montado en el casco de la estancia "para hacer el seguimiento de las aeronaves desde su partida en Paraguay, probablemente en la localidad de Pedro Caballero, hasta su arribo a Santa Fe. Ese es un viaje que con clima favorable dura 4 horas", concluyó el vocero.
Los detenidos quedaron a disposición del juez federal en turno de la ciudad de Santa Fe, quien anoche era esperado en el campo donde se desarrolló el procedimiento para hacerse cargo de las actuaciones.