Año CXXXIV
 Nº 49.262
Rosario,
domingo  07 de
octubre de 2001
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Talibanes le dispararon a dos aviones que sobrevolaban Kabul
Bush lanzó otra señal de guerra al régimen afgano: "Se acaba el tiempo para entregar a Bin Laden"

Washington-Islamabad. - Baterías antiaéreas de los talibanes dispararon ayer contra dos aviones que sobrevolaban a gran altura la capital afgana, Kabul, mientras EEUU, al igual que Gran Bretaña, daban señales de que el ataque se acercaba. El gobierno del presidente George W. Bush rechazó ayer una nueva oferta de los talibanes de liberar a ocho trabajadores de organismos humanitarios a cambio de que EEUU detenga sus anunciados ataques militares contra Afganistán. Bush también exigió que los gobernantes afganos dieran a EEUU "acceso total a los campos de entrenamiento de terroristas" y liberaran a todos los extranjeros detenidos en ese país. "Están bien advertidos y el tiempo se acaba para entregar a Bin Laden", enfatizó Bush en su habitual mensaje radial de los sábados. "Las naciones que están con los terroristas tendrán que pagar un alto precio".
Pakistán, la única nación que aún mantiene relaciones diplomáticas con los puritanos líderes del vecino Afganistán, se hizo eco de las advertencias estadounidenses, que exige la entrega del militante islámico Osama Bin Laden y los líderes de su organización Al-Qaeda (La base). "El régimen talibán sabe lo que la comunidad internacional espera de ellos", dijo el portavoz de la cancillería paquistaní, Riaz Mohammad Khan. "Si deciden responder a lo que la comunidad internacional desea... será en beneficio de ellos hacerlo". Pakistán dijo que no tenía planes de seguir intercediendo para intentar impedir el conflicto.

"Tienen mucho que perder"
"En la lucha que se avecina, actuaremos en concordancia con las ideales estadounidenses", dijo Bush en su discurso radial. "Estamos ofreciendo ayuda y amistad al pueblo afgano. Son sus gobernantes talibanes, y los terroristas que ellos protegen, quienes tienen mucho que temer". El mandatario añadió que los talibanes habían convertido a Afganistán "en un santuario y campo de entrenamiento para terroristas internacionales, terroristas que han matado ciudadanos inocentes en muchas naciones".
El mulá Mohammad Omar, líder talibán, adoptó una posición desafiante en una declaración enviada por fax a los periodistas en Kabul. Omar rechazó las acusaciones de que Bin Laden es el responsable de los atentados, sosteniendo que nadie puede ser obligado a suicidarse. "Aquellos que perpetraron los ataques en EEUU no han dejado rastros tras ellos. Si EEUU piensa que los secuestradores fueron los verdaderos culpables, entonces ellos han muerto. Nadie se quitaría la vida por orden de otro y por los fines e intereses de otros", dijo Omar.

Prólogo de la guerra
Tras casi cuatro semanas de creciente tensión en Asia Central, un intenso fuego antiaéreo estalló ayer durante 15 minutos sobre Kabul, cuando las fuerzas talibanes intentaron derribar dos aeronaves. Fuentes afganas dijeron, en un primer momento, que se trataba de dos aparatos espías estadounidenses, pero la versión no fue confirmada por Kabul, mientras la Casa Blanca y el Pentágono guardaron hermético silencio. La red televisiva de Qatar, Al Jazeera, mostró imágenes confusas en las que se ven dos proyectiles atravesar el cielo de Kabul. Al menos uno de los aviones no llevaba tripulación y realizaba funciones de reconocimiento para detectar las posiciones de defensa talibán, explicó un funcionario que pidió no ser identificado. Un misil tierra-aire fue lanzado contra los aviones. Las nutridas andanadas hicieron que miles de residentes salieran a las calles de Kabul. Muchos creyeron que se trataba del prólogo de otra guerra. Sin embargo, no fue un ataque.
El Pentágono, que comenzó con una gran concentración de fuerzas militares en la región con vistas a las anunciadas represalias por los atentados del 11 de septiembre, no hizo declaraciones inmediatas sobre el incidente.
El ministerio afgano de Relaciones Exteriores dijo en una declaración que el régimen Talibán podría liberar a ocho trabajadores extranjeros de organismos de ayuda humanitaria si EEUU "mitiga el sufrimiento de pueblo de Afganistán y renuncia a sus graves amenazas". Washington rechazó rápidamente cualquier intento de llegar a un acuerdo de ese tipo. "Estas exigencias no están sujetas a negociaciones", aseguró un funcionario de la Casa Blanca. "Este es el momento de las acciones, no de las palabras, con respecto a esas demandas".

Liberan a periodista británica
El mulá Omar ordenó la liberación de la periodista británica Yvonne Ridley, quien fue arrestada la semana pasada por entrar ilegalmente a Afganistán, dijo la agencia Prensa Islámica Afgana. El primer ministro británico, Tony Blair, quien se encuentra en Nueva Delhi en la última escala de su gira para recabar apoyo para la coalición global antiterrorista, dio a entender que todo está preparado para una ofensiva militar y dijo que los talibanes habían fallado totalmente en considerar el ultimátum de Bush de "expulsar a Bin Laden y sus cómplices o convertirse ellos (también) en enemigos".
Cerca de 4.000 personas protestaron ayer contra Blair y EEUU en la ciudad paquistaní de Peshawar. Uno de los oradores del grupo Jamiat-e-Ulema Islam dijo que habían "declarado la guerra contra EEUU y Gran Bretaña" y que comenzaron a reclutar combatientes para ir a Afganistán si era atacada.
Por su parte, el secretario estadounidense de Defensa, Donald Rumsfeld, regresó de su gira por el Medio Oriente y Asia, y funcionarios de la Casa Blanca dijeron que Bush estaba satisfecho con la cooperación ofrecida por varios países, entre ellos Pakistán, Arabia Saudita, Uzbekistán, Omán, Qatar y los Emiratos Arabes Unidos. (Reuters, Ansa y Télam)



Afganos siguen desafiantes ante la amenaza de invasión.
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