Carolina Taffoni
Después de una gira por Latinoamérica y Estados Unidos, y antes de partir hacia España, Bersuit Vergarabat se presentará hoy, a las 22, en el CEC. El grupo integrado por Gustavo Cordera (voz), Juan Subirá (teclados), Pepe Céspedes (bajo), Carlos Martín (batería), Oscar Righi y Alberto Verenzuela (guitarras) y Dany Suárez y Germán Sbarbati (coros) repasará las canciones de su último álbum, "Hijos del culo", y aprovechará para grabar algunos temas del show con vistas al primer disco en vivo de la banda, que se editará en marzo del año que viene. Como grupo invitado actuará Carmina Burana. El líder de Bersuit, Gustavo Cordera, comentó a Escenario que con "Hijos del culo" el combo demostró que no es una simple banda contestataria de moda, opinó que hay mucho de rock and roll en la cumbia villera y dijo que ahora, en el grupo, la artesanía musical es tan importante como hacer bardo. -En medio de la crisis del mercado discográfico, ¿cómo anduvo en ventas "Hijos del culo"? -Por suerte muy bien. Todos sabemos que el disco está en los puestos clandestinos. Es lógico que a cuatro pesos la gente lo va a comprar ahí. Aún así, "Hijos del culo" vendió casi 40 mil copias oficiales. "Libertinaje" vendió 100 mil discos, pero entonces no había el circuito clandestino que hay ahora, donde los compactos truchos se venden en los quioscos de revistas, en los minimercados coreanos, en las estaciones de colectivos y de trenes. Por ese circuito "Hijos del culo" se está vendiendo más que nunca. -¿Fue una prueba de fuego después del éxito de "Libertinaje"? -No, nosotros no sentimos ninguna presión porque siempre sentimos confianza en la banda. A "Hijos del culo" lo tomamos como una gran oportunidad para demostrarle a todo el público que accedió a "Libertinaje" que Bersuit es una banda que tiene buenas canciones con cosas para contar. También usamos el disco para mostrar la otra veta de Bersuit, que no fue muy desarrollada en "Libertinaje", temas como "Caroncha", "Desconexión sideral", "Veneno de humanidad", "Canción de Juan" y "Toco y me voy", que son canciones introvertidas, con historias más intrincadas, con una narrativa un poco más poética. Eso nos dio la posibilidad de afianzarnos como una banda seria, de demostrar que no somos un acto contestatario de moda. -Estuvieron de gira por Latinoamérica y Estados Unidos. ¿Qué diferencias encontraste entre estos públicos y el argentino? -El argentino es muy pasional y dramático, mientras que el puertorriqueño, por ejemplo, es pasional pero con más swing y sensualidad. Puede ser que el público argentino sea muy catártico, pero también lo es el mexicano y el de los países de Centroamérica, donde la gente es combativa y vivió muchas guerras. En Colombia la gente sufre mucha violencia y también lo demuestra. Latinoamérica está unida por una misma política internacional. En Estados Unidos hay un crisol de razas muy importante, que establecen como una nueva subcultura. Esta es la tercera vez que vamos allá y tenemos un público gigante. Hicimos el recorrido del Watcha Tour, por Boston, Washington, San Diego, Miami y otras ciudades. También hicimos cinco recitales en Nueva York y uno en Los Angeles. Tocamos para un promedio de tres y cuatro mil personas por show. En Fresno había 10 mil personas y en San Diego 19 mil. Nos fue bárbaro. -¿Es un mito que es más fácil hacer recitales afuera que en el interior del país? -Totalmente. A nosotros nos va mejor acá que en cualquier parte del mundo. Nosotros vamos afuera porque es una necesidad, es como un pulmón que nos da oxígeno, un mercado que uno quiere abrir para seguir tocando, porque es muy áspera la Argentina. -¿De qué se trata el disco en vivo que están por grabar? -Estamos grabando todos los recitales que hacemos para extraer las mejores versiones y ponerlas en un disco en vivo. El álbum se va a llamar "De la cabeza con Bersuit Vergarabat" y esperamos que salga en marzo del año que viene. Lo va a producir Gustavo Santaolalla. Decidimos sacar un disco en vivo por primera vez porque queremos demostrar esa fuerza especial que tenemos en los shows. También es un regalo para la gente que vino a los recitales durante tantos años. Además va a tener dos o tres temas nuevos que estamos seleccionando. -Ustedes se acercaron con mucho respeto a la cumbia, ¿qué opinás del fenómeno de la cumbia villera? -Creo que es un gran puente y una inserción laboral interesante para la gente que si no tiene trabajo sale a ganarse la vida con un arma en la mano. También es bueno para que el resto de la gente sepa cómo se vive adentro de una villa, cuál es su cultura. Lógico que si querés comparar esa música con Egberto Gismonti o con Hermeto Pascoal seguramente te va a parecer muy precaria, pero es una música que tiene corazón, y eso importa, aunque técnicamente no funcione. Yo creo que si se llegara a desarrollar podría ser una cultura interesante. En Brasil, por ejemplo, todo el carnaval surge de las villas. Con el tiempo puede pasar lo mismo acá. También es cierto que hay mucho negocio y mucha fachada, pero eso sucede en todos los fenómenos de la vida. -¿El rock tiene chances de competir con el boom de la cumbia villera? -No necesariamente, creo que se complementan y que hay mucho de rock and roll en lo que ellos hacen, por lo menos en el espíritu, el entusiasmo y el sentimiento. Y también hay mucho de cumbia en nosotros. Ahora nos estamos sacando muchos prejuicios de encima. Y espero que lo mismo le pase a la gente. -¿En qué cambió el grupo en estos 15 años de carrera? -El grupo cree más en sí mismo y se está haciendo cargo. Nos pusimos a trabajar en el arte, independientemente de las historias folclóricas, que tienen que ver con nuestra vida como grupo tribal, como celebración y como banda de forajidos que anda dando vueltas por el mundo. Eso sigue estando, pero nos dimos cuenta que la parte de la artesanía musical es tan importante como bardear. -¿Creés que la mayoría está receptiva a los mensajes de las canciones o simplemente está embobada con los reality shows? -No lo sé, porque yo no conozco la palabra mayoría. Yo lo único que conozco es a la gente que se acerca, que se comunica con la poesía, que siente las canciones y vibra con la música. Con esa gente, que puedo mirar a los ojos, que recibe la propuesta, que es amplia y esquizoide, tengo la mejor onda. Me gusta esa gente que cambia de estado de ánimo con mucha ductilidad. "Mayoría" es una palabra psicópata de los hijos de puta que están en el poder.
| |