Año CXXXIV
 Nº 49.258
Rosario,
miércoles  03 de
octubre de 2001
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Crecen las demostraciones de afecto. Habría quienes quieren adoptarlo
Moohmed, el polizón liberiano, pidió asilo ante funcionarios de Migraciones
La repartición tomó una declaración más amplia al muchacho y reconstruyó parte de su increíble odisea

Andrés Abramowsky

San Lorenzo. - Moohmed Baldé, el joven liberiano que cruzó el Atlántico como polizón y sobrevivió a una travesía de 11 días en un buque filipino, pidió quedarse en el país, tras manifestar que tiene miedo de volver a su Liberia natal. La Dirección Nacional de Migraciones tomó el pedido y lo elevará al Comité de Elegibilidad para Refugiados (Cepare), que decidirá si se le concede refugio en la Argentina.
Recién ayer el director del hospital de San Lorenzo, Eduardo Rigo, autorizó al personal de Migraciones una entrevista más extensa con el joven, que el viernes pasado tuvo una charla muy breve por su precario estado de salud. De la nueva conversación, el delegado rosarino de la repartición, Marcelo Marchionatti, reconstruyó parte de una increíble historia.
El funcionario relató que Moohmed ratificó ser liberiano -de una aldea llamada Fulkariá, fronteriza con Guinea-, tener 13 años y que sus padres murieron en la guerra civil hace cuatro años. Contó que caminó desde su pueblo hasta la capital de ese país, Conakry, donde decidió subirse al primer barco. Supo que el Aurora Emerald se dirigía a Sudamérica, pero no tenía idea que existiera la Argentina.
Sobre la travesía, el joven ratificó que vino solo y no conocer al muchacho que apareció muerto. Señaló que ingresó por el compartimiento junto a la pala del timón, pero que se refugió donde va la cadena del ancla. "Cuando salió -indicó Marchionatti- lo hizo por donde había entrado y allí recién vio al otro africano desnudo, se miraron y sin decirse nada saltó al agua".

Trabajos forzados
Sobre las heridas de sus pies, indicó que son producto de un incendio, pero dejó entrever que serían marcas de grilletes cuando realizó trabajos forzados, algo que resultó creíble para los médicos.
"Dijo que tiene miedo de volver a su país por la guerra y el hambre y manifestó su voluntad de quedarse. Eso para nosotros es una petición formal de refugio y a partir de ahora se puso en marcha el mecanismo para asilarlo", indicó el delegado de Migraciones. El Cepare, conformado por la Cancillería, Migraciones y el Acnur, decidirá si se lo concede.
Para Marchionatti hay mucho de cierto en lo que dice el joven, por lo que Migraciones estudia aceptar el pedido de refugio y hay grandes posibilidades de que lo haga. Primero se deberá comprobar si es liberiano, ya que cuando el cónsul de ese país en Buenos Aires, Gerardo Berstein, visitó a Moohmed en el hospital, la charla no fue muy fructífera debido a su estado de salud. No obstante, el funcionario infirió que podría provenir de un lugar fronterizo con Guinea, en coincidencia con el testimonio de ayer. También ratificó que Liberia atraviesa una grave crisis interna además de serios diferendos con Guinea.
El muchacho fue rescatado la semana pasada del río Paraná por unos pescadores que lo vieron arrojarse del barco. Ingresó en coma al hospital de San Lorenzo vestido con una túnica, pesando 30 kilos e insuficiencia renal por haber ingerido agua de mar durante la travesía. Cuando la Prefectura inspeccionó el barco amarrado en Puerto San Martín encontró el cadáver de otro muchacho africano en un compartimiento de un metro cuadrado, ubicado por fuera del casco, por donde se verifica el estado de la pala del timón.
El adolescente evoluciona favorablemente en el hospital Granaderos a Caballo. "Su estado ha mejorado, salió de la insuficiencia renal y estamos curando las úlceras que tiene en las piernas. Se alimenta bien y está lúcido", informó el titular del nosocomio, quien agregó que "se le está pasando el susto y entra en confianza con quienes lo rodean".

Muestras de afecto
Como suele suceder en estos casos Moohmed podría ser asistido por el Acnur mientras se tramita su pedido de asilo, que puede durar más de un año. Sin embargo, por estos días crecieron las muestras de afecto de la comunidad sanlorencina para que el chico se radique en la ciudad al conocer la historia de Moohmed, pero eso deberá pasar por el Juzgado de Menores de Jorge Saldarriaga, a quien Migraciones notificó del caso.
En ese sentido hubo quienes se manifestaron en favor de que no sea deportado a su Liberia natal. Llegó a decirse que hubo gente interesada en adoptarlo, pero no fue ratificado totalmente por Rigo. "Sólo puedo decir -señaló el médico- que hubo muchísimas muestras de solidaridad con el pibe. La gente no paró de traerle cosas, como chocolate, gaseosas y caramelos, que seguramente no tendría en su país, y también ropa. Nos gustaría que se quede o que, por lo menos, no sea repatriado".
A medida que mejora, Moohmed entra en confianza con la gente del hospital. "Hay que tener en cuenta que es una criatura con pánico, está muy asustado, sobre todo por la odisea que vivió", dijo Rigo. "Es muy importante que esté en contacto con nuestra psicóloga, que habla francés y se comunica bastante bien con él. Al principio, lo hicimos en inglés, que lo entiende pero no habla. Si bien es la lengua oficial de Liberia, sólo una quinta parte de esa población lo habla. Parece que Moohmed aprendió francés porque vivió en la frontera con Guinea", explicó.
Los sanlorencinos también le regalaron varios walkmans, porque le gusta la música, en especial Bob Marley y Michael Jackson. A pesar de que está contenido, raciona las golosinas que recibe, pero insiste en que no quiere volver su país, aunque extraña a sus amigos.
Moohmed seguirá internado hasta el fin de semana. Tiene custodia de la Prefectura y el apoyo de su psicóloga. Mientras pasan los días se adapta a una vida muy diferente de la que lo impulsó a jugarse la vida para abandonar su tierra, cada vez más horrorosa y donde sus padres murieron en una guerra civil que parece no tener fin; un lugar en el que quedó solo y donde tal vez fue torturado y al que asegura no quiere volver.



Mohamed Baldé tiene miedo de volver a su Liberia natal.
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