Una vez más una farmacia fue el blanco elegido por los ladrones para dar su golpe. El hecho ocurrió durante la madrugada del domingo, casi en forma simultánea con el vaciamiento de una droguería de la cual un grupo de desconocidos se alzó con medicamentos oncológicos y para el sida por valor de 300 mil pesos. Entre un comercio y el otro sólo hay diez cuadras de distancia, ambos en jurisdicción de la seccional 6ª. En este nuevo atraco los ladrones fueron tan selectivos como en el anterior. Se llevaron solamente los medicamentos de venta libre dejando en los estantes todos aquellos que se expenden bajo receta o que requieren de una cadena de frío para su conservación. Por ello, para los investigadores los asaltantes no "están en el robo grande y el mercado negro de medicamentos sino en el menudeo".
El robo ocurrió la madrugada del domingo en la farmacia ubicada en Castellanos 1501, pero fue descubierto a las 6 de la tarde de ese día cuando su propietaria, Norma Graciela Chividini, llegó al local "a buscar unos papeles". Entonces, la profesional se encontró con la puerta forzada.
Ante ese cuadro a la farmacéutica no le quedaron dudas: entró al local convencida de que había sido asaltada. Caminó en medio del desorden y detectó que ya no estaban en sus lugares los "medicamentos de venta libre", productos de perfumería y de bijouteri, aunque curiosamente los fármacos que se venden bajo receta "no habían sido tocados de los estantes de atrás".
Además de los remedios, los asaltantes se apoderaron de una computadora "nueva" con datos y registros del comercio. "Me sorprendió porque no fue un vaciamiento como los otros que ocurrieron en locales de colegas. Por eso presumo que los productos robados van a ser colocados en salones de ventas y no en farmacias como ocurre habitualmente", comentó.
"Me dejaron tecleando"
Aunque la farmacia no fue saqueada, Chividini estimó en "6 o 7 mil pesos" el monto robado, por lo que deberá refinanciar "la deuda" que mantiene con los proveedores. "Me dejaron tecleando, pero no me queda otra alternativa que seguir trabajando", se lamentó la mujer.
Chividini tiene 43 años y hace siete que abrió su negocio, pero el del domingo fue el primer atraco que sufrió, aunque ayer a la tarde había un dato que la inquietaba: varios casos de vaciamiento de farmacias, según la mujer, se registraron en jurisdicción de la comisaría 6ª, donde la profesional denunció el robo que sufrió. "Cuando llegaron los del Comando Radioeléctrico, yo le dije a mi marido que no tocara nada para no borrar huellas, pero ellos me dijeron que no importaba", indicó.
Precisamente, la misma madrugada en la que los ladrones entraron al local de Chividini, otro robo de medicamentos se produjo a escasa cuadras del lugar. Pasadas las 8 del domingo, la puerta abierta de un taller de chapería alertó a los vecinos de Rioja al 4200.
Por allí habían ingresado los asaltantes que, tras tirar abajo una puerta, ingresaron a la droguería Excell Pharma, de Rioja 4237, que comercializa y distribuye medicamentos oncológicos en farmacias, hospitales y sanatorios.
Según señaló el titular de la firma, Luis Venier, los ladrones se llevaron "el 80 por ciento de la mercadería" que había en el local por un valor estimado en unos 300 mil dólares. En este caso, los maleantes también dejaron aquellos medicamentos que requieren continuidad en la cadena de frío.
Para Venier, los asaltantes tenían un perfecto conocimiento de los fármacos que se llevaron por la especificidad con que los eligieron. "Esto no fue improvisado. Creemos que hubo información de algún lado", sostuvo.