Herzilya, Israel. - Olvídese de las bombas guiadas por láser y los misiles de crucero. Los expertos aseguran que el arma más efectiva de EEUU en su guerra contra el terrorismo es la segunda profesión más antigua del mundo: el espionaje. El bíblico Josué ya lo usó, enviando dos espías a la Tierra Prometida antes de conquistarla. También los romanos. El espionaje fue durante siglos algo característico de las cortes europeas y ayudó a inclinar la balanza a favor de los aliados en la Segunda Guerra Mundial.
Las imágenes de portaaviones, aviones de combate y tropas preparándose para la batalla en Afganistán sugieren equívocamente que la lucha lanzada por EEUU después de los atentados del 11 de septiembre está centrada en la ofensiva militar. Al mismo tiempo una batalla invisible se está librando a través de satélites espías, sofisticados dispositivos de escucha, analistas de inteligencia y la última tecnología. "El papel de la inteligencia será clave porque una guerra contra el terrorismo es una guerra de inteligencia", dijo Meir Amit, ex jefe del Mossad, los servicios secretos israelíes, en una conferencia sobre el tema celebrada el 24 de septiembre en Herzilya, un suburbio de Tel Aviv.
La información de inteligencia es esencial para evitar ataques y detener a los grupos que los están planeando y financiando y a los países que los ayudan. Pero los servicios secretos no lograron detectar ningún signo de la preparación de los atentados suicidas del 11 de septiembre en Nueva York y Washington con cuatro aviones secuestrados. "¿Cómo es posible que no supieran nada. No hubo ningún aviso?", dijo Ephraim Halevy, el actual jefe del Mossad, en una inusual aparición pública en esta conferencia, en la que pidió a las agencias que examinaran "qué salió mal, no quién se equivocó".
Primera línea de ataque
Halevy dijo que las agencias de inteligencia habían sido inundadas con información electrónica y que deberían replantearse el introducir nuevos espías en la tierra en vez de más satélites en el cielo. "La inteligencia es la primera línea de defensa o la primera línea de ataque en esta guerra o campaña", dijo Chris Aaron, editor del Informe de Inteligencia Jane.
Los analistas estratégicos temen que grupos tales como Al Qaeda del disidente de la corona saudita Osama Bin Laden, el principal sospechoso de organizar los atentados del 11 de septiembre, puedan estar planeando ataques bioquímicos en ciudades de EEUU y Europa. Los ataques no convencionales contra los civiles necesita ser evitados antes de que se realicen, recogiendo información de inteligencia y con medidas de defensa.
La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) prohibió el vuelo de aviones fumigadores en EEUU después de que encontró un manual para usar estas aeronaves entre las posesiones de uno de los secuestradores suicidas. Esos fumigadores podrían ser usados en los ataques bioquímicos.
Los ataques en EEUU han abierto el debate sobre si las agencias de inteligencia pusieron demasiado énfasis y recursos en la alta tecnología y descuidaron los medios más tradicionales, como los espías. "Estos días nos han enseñado que el agente humano es tan vital como lo ha sido siempre", dijo Halevy. Aaron señaló que los servicios secretos deberían estrechar su colaboración. La CIA norteamericana, el MI5 británico y otros servicios de inteligencia tendrán que combinar sus esfuerzos para seguir a los grupos que pueden estar involucrados o planeando ataques, añadió. "Luego tienen que infiltrarse en estas organizaciones para recoger lo que podríamos llamar información en tiempo real para evitar operaciones, eso es el aspecto más difícil", dijo.
Ese proceso puede durar años, señalan los expertos. Aaron dijo que la parte más importante de las labores de inteligencia será rastrear la información electrónica dejada por el grupo que llevó a cabo los ataques en EEUU, para descubrir sus apoyos financieros y recoger información que pueda ser usada en los tribunales. "Es importante encontrar cuentas bancarias y fuentes de financiación de los grupos terroristas", señaló. El experto israelí en contraterrorismo, Yoram Schwietzer, dijo que las agencias de inteligencia deberían evaluar sus prioridades, recursos y áreas de interés, en el pasado concentrados en la Unión Soviética y más recientemente en el narcotráfico. Schwietzer señaló que la batalla contra el terrorismo no podía detenerse incluso si Bin Laden, que se cree está en Afganistán, era arrestado o muerto. (Reuters)