Miami. - Las fuerzas especiales de Estados Unidos han luchado en todas partes del mundo, desde las selvas de Vietnam hasta el desierto de Irak, y son conocidas por su valor, su capacidad de lucha y su forma de operar independiente. Se estima que son en total entre 30 mil y 45 mil hombres.
Su reputación podría verse nuevamente a prueba ya que las fuerzas especiales norteamericanas -Boinas Verdes y Rangers del ejército, Seals de la marina, una unidad especial de la fuerza aérea, regimientos de elite de los marines, y la fantasmagórica Fuerza Delta- deberán jugar un papel vital en los esfuerzos estadounidenses por encontrar a los responsables de los atentados del 11 de septiembre en Washington y Nueva York.
Están entrenados para operar detrás de las líneas enemigas, usualmente en pequeños grupos. Aprenden a combatir mano a mano y a sobrevivir de la tierra, pero también se especializan en idiomas, en el trabajo con la gente local y en tácticas psicológicas.
La imagen favorita de los estadounidenses es la del guerrero solitario contra la adversidad. Los Rangers actuales, comandos paracaidistas, provienen de los soldados de frontera que lucharon con los indios y los británicos en el siglo XVIII.
Las fuerzas especiales de hoy evolucionaron durante la presidencia de John F. Kennedy, cuando aumentó la participación de Estados Unidos en el conflicto armado de Vietnam.
El mito nacido en Vietnam
"Las fuerzas especiales se adjudicaron una imagen mística en la Guerra de Vietnam", dijo Clifford Egan, profesor de historia de la Universidad de Houston. "¿Cuánto éxito tuvieron en Vietnam? Realizaron algunas operaciones destacadas allí".
El ejército, la marina, la fuerza aérea y los marines de Estados Unidos cuentan con unidades organizadas conforme al Comando Conjunto de Operaciones Especiales con sede en Fort MacDill, Tampa, en el Estado de la Florida.
El comando incluye la fuerza secreta y antiterrorista denominada Delta, que el ejército se niega a comentar. Se supone que cada año la Delta se nutre de lo más selecto de las otras fuerzas especiales.
Los Boinas Verdes, la única unidad con el verdadero nombre de Fuerzas Especiales, acepta voluntarios que ya prestan servicios como soldados. Deben realizar un curso de 24 días en el que se evalúan su temple y capacidad física. Quienes aprueban, deben pasar otras cinco etapas más de entrenamiento relacionadas con conflictos bélicos químicos o psicológicos y con sublevaciones.
"Son entrenados para operar en cualquier ambiente y bajo condiciones muy duras. Tienen acceso a armas de alta tecnología, sin embargo, pueden incursionar en regiones de baja tecnología. Deben tomar decisiones propias y resolver problemas con rapidez", narró Kolb. "Integran una comunidad muy pequeña. La mayoría se llega a conocer eventualmente. Por eso las llamamos especiales".
Las fuerzas especiales han incursionado en todo el mundo y generalmente llegan en embarcaciones, helicópteros o en paracaídas. En Vietnam, los Boinas Verdes estuvieron involucrados en las campañas para ganar el apoyo de la población local. Los Seals fueron enviados a misiones para derrocar gobiernos comunistas, otros encabezaron escuadrones de tribus locales de lejanas regiones fronterizas.
En la década de 1980, las fuerzas especiales también participaron en la guerra civil de El Salvador, asesorando al ejército gubernamental, en la invasión de Panamá (1989) y en la ocupación de Haití (1994).
Durante la Guerra del Golfo, incursionaron detrás de las líneas iraquíes, buscando lanzadores de misiles Scud. Los efectivos Delta viajaron a Lima cuando la guerrilla izquierdista MRTA tomó a los rehenes que se encontraban en la residencia del embajador japonés en 1997.
No todos los éxitos fueron conocidos y también hubo fracasos, como la misión para rescatar a los rehenes de la embajada estadounidense en Teherán en 1980, que debió abortarse cuando sus helicópteros se estrellaron en el desierto, dejando un saldo de ocho muertos. Los analistas militares criticaron también la actuación de las fuerzas especiales en la invasión de la pequeña isla caribeña de Granada en 1983.
Nada que ver con Chuck Norris
Respecto de su glorificación en Hollywood, Don Snow, experto militar y profesor de la Universidad de Alabama comentó: "Esas películas de (el actor norteamericano) Chuck Norris y la Fuerza Delta no muestran para nada la forma en que estos hombres operan. Crean una imagen de un desenfreno imprudente que simplemente no es real. Estos individuos son astutos, pueden pensar independientemente y son muy sofisticados respecto del enfoque que tienen del mundo. Son muy metódicos, muy cuidadosos", aseguró. (Reuters)