Javire Parenti
La Plata (enviado especial).- Cuando la suerte que es grela, fallando y fallando, me largue parado... Y esta es la quinta consecutiva de Newell's. Esta vez con fallas, pero también con un toque de injusticia. La visita al bosque platense no pudo hacer cambiar el clima de tormenta de este presente rojinegro. Y el 4 a 1 final dejó los nubarrones mucho más cargados que antes para un temporal que se pronostica para el miércoles. Newell's empezó bien, se cayó, volvió a pararse y cuando salía corriendo a gritar el triunfo que tanto necesita, una bandera en alto y un gol en contra le produjeron una caída de la que ya no se pudo levantar. Los dirigidos por Llop necesitaban no perder y por ese motivo el esquema de juego estuvo diagramado para contener al rival y salir con estocadas que pudieran lastimar de arranque. Así sucedió, pero los dos primeros avances, si bien lograron el objetivo de terminar en gol, fueron bien anulados a Pavlovich y Maxi Rodríguez antes de los 10 minutos. Entonces, los rojinegros vieron que no les sería fácil poder golpear arriba. Trataron de afirmarse en el campo de juego y no pasar sobresaltos. Pero cuando menos lo esperaban Gimnasia los golpeó duro. Y lo hizo de la manera la conocida: centro al área para el cabezazo goleador de Sava, la habitual fórmula de los triperos que todo el mundo conoce, salvo los defensores de Newell's. Si romper el 0 a 0 era difícil, dar vuelta el resultado parecía una utopía, más cuando Crosa despejó con lo justo y casi en la línea otra oportunidad de Sava. Pero Gimnasia no apretó y dejó que Newell's pudiera serenarse y pensar. Así lo hizo en el entretiempo y de arranque logró el empate que le permitió soñar. Como siempre la Fiera Rodríguez fue el que mandó la pelota a la red antes del minuto. Y ahí Newell's empezó a ilusionarse. Se paró mejor que Gimnasia y estuvo cerca de revertir el marcador. Algo que logró con un muy buen cabezazo de Vojvoda, que se quedó atragantado cuando Baldassi lo anuló a instancias del juez de línea. Era el triunfo parcial que tanto necesitaban Llop y sus dirigidos. Y la suerte volvió a serle esquiva en la jugada siguiente ante un nuevo quedo de la defensa que aprovechó Sava para poner inmerecidamente en ventaja al Lobo. Pero si algo faltaba fue el rápido golpe de Messera con un tiro libre al palo de Palos, quien inocentemente le regaló el hueco al volante tripero. Era 3 a 1 y el sueño de Newell's volvía a transformarse en pesadilla. Ya no hubo respuestas. Las intenciones no alcanzaron, la claridad desapareció y el viento del bosque volvió a juntar las nubes para que la tormenta quede a punto de largarse. El cuarto gol, convertido por Enría, las hizo chocar para que cayeran las primeras gotas de un temporal que puede llegar a ser decisivo si el miércoles en el Coloso no sale el sol.
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